El valor de la producción total de las empresas constructoras descendió 15.3 por ciento en el mes de agosto, si se compara con el mismo mes del año pasado, también las horas trabajadas tuvieron una contracción de 1.0 por ciento, mientras que el personal ocupado total no tuvo variación, y las remuneraciones medias pagadas incrementaron 5.5 por ciento, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, la contracción del valor de la producción ya acumuló cuatro meses seguidos con pérdidas y la contracción en el octavo mes del año ha sido la mayor caída anual desde febrero de 2021.
A tasa anual, se registró un descenso significativo de 31 por ciento del personal ocupado que no es dependiente de la razón social y también 44.3 por ciento de las horas trabajadas de las personas no dependientes de la razón social, indicó el Inegi, a través de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC).
Por otra parte, con datos desestacionalizados y a tasa mensual, el valor de producción de las constructoras descendió 1.4 por ciento, y el personal ocupado decreció 0.5 por ciento; el número de personas obreras bajó 0.4 por ciento; los empleados administrativos, contables y de dirección, descendieron 1.0 por ciento; y las personas propietarias o trabajadores sin remuneración de igual forma cayeron 1.4 por ciento; el personal no dependiente, descendió 0.3 por ciento.
Respecto a las horas trabajadas en las constructoras, a tasa mensual, también hubo una disminución de 0.7 por ciento; las personas que no dependen de la razón social fueron 3.1 por ciento menos y las personas que sí dependen disminuyeron 0.6 por ciento.
En contraste, las remuneraciones medias reales pagadas aumentaron 1.3 por ciento, de las cuales los salarios pagados a las personas obreras subieron 1.6 por ciento; y los sueldos pagados a administrativos, contables y de dirección 0.6 por ciento.
Para la analista Siller Pagaza, el sector de la construcción seguirá “mostrando un deterioro, por lo que es posible que las caídas se profundicen”; además que las caídas del sector tienen que ver con el efecto “base de comparación”, pues en 2023 el Gobierno federal gastó en grandes obras de infraestructura y eso ocasionó un crecimiento de la construcción del sector público.
Además, el Gobierno de México ha frenado el gasto en obras y se prevé un posible recorte en este tipo de gasto para 2025, con la intención de reducir el déficit fiscal.
La analista financiera destacó que “hay mucha cautela entre los inversionistas, lo que puede significar una disminución en la inversión en construcción del sector privado”; asimismo, tampoco abona que la tasa de interés se mantenga elevada, a pesar de los recortes que ha hecho el Banco de México (Banxico).
Finalmente, otra de las razones por las que el sector de la construcción tiene un deterioro es la “falta de infraestructura en energía eléctrica y agua que frena la construcción en algunas entidades federativas”.