La venta de autos eléctricos en México se ha disparado 109 por ciento en los primeros meses del año, alcanzando un récord de 18 mil 600 unidades comercializadas; sin embargo, la imposición de aranceles de hasta 20 por ciento a este tipo de vehículos puede elevar los costos finales al consumidor y generar una menor compra de este tipo de vehículos, advirtió Moody’s local.
La agencia calificadora señaló que en la expansión del mercado de vehículos eléctricos en el país un factor determinante han sido las políticas públicas aplicadas por el Gobierno, como el decreto que exentaba el pago de aranceles para autos verdes y que concluyó el pasado 30 de septiembre, por lo que “a pesar de existir inventarios en las distribuidoras, el pago de aranceles se vería reflejado en mayores precios y en consecuencia podría desacelerar el crecimiento de la demanda”.
“La renegociación del T-MEC en 2026 y las condiciones arancelarias de nuestros socios comerciales en América del Norte definirán en gran medida el acceso de fabricantes y la configuración de precios en el mercado mexicano en los próximos años”, destacó en su análisis “Creciente demanda de autos eléctricos es un reto para arrendadoras”.
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Por otra parte, Moody’s local explicó que el crecimiento de los autos eléctricos también puede tener implicaciones negativas en la rentabilidad de las arrendadoras debido a la volatilidad en la depreciación de este tipo de vehículos.
Apuntó que la falta de datos históricos sobre la depreciación de estos autos, junto con la reducción de precios derivada de mejoras tecnológicas en baterías y componentes, también complican las proyecciones de valor residual para las arrendadoras, lo que puede derivar en pérdidas al final de los contratos, cuando el valor de reventa del auto es menor al esperado.
“A medida que las empresas de arrendamiento incrementen los contratos de VE en su portafolio, enfrentarán un mayor riesgo de pérdidas o ajustes en los valores residuales, lo que debilitaría su rentabilidad y demandará una mayor cobertura de capital”, detalló.
En este sentido, la agencia internacional comentó que para mitigar estos riesgos, se pueden incrementar las tasas de interés en arrendamientos de estos vehículos y también solicitar mayores pagos iniciales “que reducen la exposición a los residuales y permite administrar límites de exposición en las carteras”.
Sin embargo, alerta que estas medidas tienen como límite la capacidad de pago del arrendatario y la potencial penetración en el segmento de mercado, pues aunque se reducen riesgos, podría limitar la atracción de clientes que buscan específicamente vehículos eléctricos, dado el creciente interés en estos.
Además, refirió que los autos de gasolina presentan menores riesgos en su depreciación, ya que cuentan con un mercado secundario más robusto y una menor frecuencia de innovaciones tecnológicas disruptivas, lo cual facilita una predicción más estable de su valor.
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