El costo promedio del crimen y la violencia en América Latina y el Caribe fue de 3.44 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale a 78 por ciento del presupuesto que asignan los países de la región a educación pública, además, representa el doble del gasto en programas de asistencia social y 12 veces la inversión en investigación y desarrollo, reveló una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En su estudio “Los costos del crimen y la violencia: ampliación y actualización de las estimaciones para América Latina y el Caribe”, señaló que la inseguridad afecta gravemente el desarrollo social y económico de la región, pues limita el crecimiento, genera desigualdad y desvía la inversión pública y privada.
Además, se ha comprobado que el crimen repercute principalmente en la pérdida de capital humano a causa de homicidios y lesiones; eleva los gastos del sector público en policía y administración de justicia, así como el gasto de las empresas para mitigar estos hechos.
Tan sólo hasta el 2022, los gastos en seguridad por parte de las empresas representaron 47 por ciento del costo total del crimen, mientras que el gasto público fue de 31 por ciento y la pérdida de capital humano de 22 por ciento.
“En un contexto sin crimen y violencia, las sociedades de ALC contarían con recursos para aumentar su gasto público en asistencia social en más del 100 por ciento, o su gasto en educación en un 78 por ciento”, destaca el reporte.
Por otra parte, aunque el costo del crimen impacta a toda la región, el BID precisó que, por país, Jamaica y Trinidad y Tobago son las naciones que exhiben los costos directos del crimen y la violencia más elevados, con niveles de alrededor del 5.0 por ciento del PIB, respectivamente. En contraparte, Chile y República Dominicana son los que tienen los niveles más bajos, con 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto.