La calificadora de riesgo Moody’s Ratings señaló que la calidad crediticia de las empresas no financieras en la región latinoamericana estará relacionada con un contexto político y regulatorio en evolución; sin embargo, aseguró que el debilitamiento de las instituciones representa un riesgo “mucho mayor” en México, derivado de la reforma judicial y regulatoria de amplio alcance.
En su reporte Empresas no financieras-America Latina y el Caribe, Perspectiva para 2025: estable con crecimiento mixto, pero un entorno operativo con riesgos, sostuvo que el riesgo amenaza con enfriar la inversión empresarial en el futuro.
En otro momento del documento, Moody’s señaló que la abrupta decisión de México de reformar sus sistema judicial y regulatorio, debilitó significativamente su entorno empresarial.
Asimismo, comentó que la reforma judicial y regulatoria de México aprobada en septiembre pasado, ya empezó a contribuir a la volatilidad financiera debido a las preocupaciones de los inversionistas sobre la independencia judicial y la futura integridad regulatoria.
“Un shock de confianza prolongado amenazaría con frenar la inversión privada, y la pérdida de pericia judicial a medida que los jueces de carrera se jubilen ralentizaría aún más el ya lento sistema judicial de México”, refiriere el análisis.
Por otra parte, comentó que las altas tasas de interés, la consolidación fiscal y la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos también podrían obstaculizar el entorno empresarial de México, tras las amenazas del presidente electo Donald Trump, referentes a la implementación de aranceles.
“Trump ha amenazado con aplicar aranceles elevados y normas de origen más estrictas como una forma de presionar a México para que aplique un mayor control de su frontera con EU. El crecimiento económico enfrentaría riesgos a causa de renegociaciones desfavorables del T-MEC en 2026, pero EU también tiene incentivos para mantener las cadenas de suministro regionales”, sostuvo
Por último, el documento también refirió que bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, el gobierno continuará con el apoyo a Petróleos Mexicanos (Pemex); sin embargo, aseguró que es poco probable que Pemex cambie su modelo de negocios, lo que limita la sostenibilidad de su deuda a largo plazo.
Añadió que en la votación en el Congreso para reclasificar a Pemex como empresa pública en lugar de empresa productiva del Estado indica el continuo y firme apoyo del Gobierno a Pemex, medida que aseguró, también pone en mayor riesgo su desempeño financiero al priorizar la inversión en el suministro de energía sin considerar costos o utilidades.