El aguinaldo es una prestación que reciben los trabajadores en México, la cual corresponde a una parte proporcional de su salario mensual, y se entrega entre el mes de noviembre y diciembre, lo cual representa un beneficio para aquellos que toman vacaciones o prevén los gastos que inician en enero.
Este pago deben recibirlo por ley la mayoría de trabajadores del país y si bien para algunos puede ser un “dinerito” extra, para otros es un monto que contribuye a las finanzas del hogar, especialmente al considerar que es anterior a gastos como los del regreso a clases del próximo año o la famosa “cuesta de enero”.
Sin embargo, antes de utilizar este dinero, hay un paso muy importante que debes tomar en cuenta, uno que, de ignorarlo, podría traerte algunos problemas. Toma nota de qué se trata.
Esto es lo primero que debes hacer al cobrar tu aguinaldo
La entrega de aguinaldo es una obligación que le corresponde a los empleadores de la empresa donde estás trabajando, así como sus respectivos cálculos en cuanto a impuestos y obligaciones fiscales.
Por lo tanto, el dinero que recibas ya habrá “pagado impuestos”, así que solo te toca esperar este pago y, si lo deseas, retirarlo de tu cuenta bancaria.
Pero, ojo, expertos en salud financiera consideran que hay un paso muy importante que debes tomar en cuenta al cobrar tu aguinaldo: elaborar un presupuesto con él.
Un error financiero muy común es creer que el aguinaldo es un “dinerito” extra que podemos utilizar sin ninguna limitación, o que podemos gastarnos de un día para otro.
Si bien algunas personas pueden permitirse este tipo de uso para el dinero que reciben. La realidad es que el aguinaldo es una oportunidad para sanear nuestras finanzas y destinar ese dinero a propósitos que contribuyan a nuestra estabilidad financiera.
Así, cuando recibas tu aguinaldo ¡no te lo gastes de inmediato! Considera cuánto de ese monto puede ayudarte a hacer gastos prioritarios, es decir, pago de deudas, tarjetas de crédito y similares.
Después, si tienes oportunidad, toma en cuenta una parte para destinarla al ahorro, inversiones, planes de retiro, seguros y otros recursos que puedan ayudarte a largo plazo.
Inversiones como ropa, cursos o tecnología que facilite tu trabajo también son grandes opciones. Incluso, mobiliario que facilite tu vida diaria, como una nueva silla de trabajo o un colchón para mejorar tu descanso son compras que vale la pena tomar en cuenta.
Si ya hiciste todo eso y te sobró una parte de tu aguinaldo ¡ahora sí! Puedes invitar a tus amigos o familia a cenar o comprarte ese regalo que tanto querías.
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