En México no habrá recesión económica en 2025 y 2026, pero hay cuatro desafíos que deben resolverse: revisión del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), reducción del déficit fiscal, la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) y aumentar la infraestructura, certeza jurídica y seguridad para que llegue el nearshoring, aseguró José Domingo Figueroa Palacios, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
De no solucionar esos desafíos en 2025, las finanzas públicas, la economía y el ambiente de negocios podrían verse comprometidos, “y en este escenario sí podríamos caer en una recesión”, advirtió en la conferencia “Perspectivas Económicas 2025. Una visión desde
el IMEF”.
El presidente del instituto destacó que, el déficit podría ser reducido, dadas las estimaciones que se tienen del propio indicador, así como de las del tipo de cambio, la política monetaria que se prevé tenga el Banco de México (Banxico), así como los ajustes en la tasa de interés interbancaria y los pronósticos del crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
De la misma manera, el organismo adelantó que desde el IMEF prevén que 2024 cierre con un crecimiento de la economía mexicana de 1.5 por ciento del PIB, la inflación quede en 4.4 por ciento, que Banxico baje 25 punto base la tasa de referencia para quedar en 10 por ciento y un tipo de cambio de 20.35 pesos por dólar.
Asimismo, para 2025, pronostican que, el PIB cierre en 1.0 por ciento; es decir, la economía crecerá, pero con un desaceleramiento, la inflación se situará en 4.0 por ciento, en concordancia con la tasa objetivo del banco central, y una tasa de interés de 8.5 por ciento al cierre del año, y un tipo de cambio rozando los 21 pesos, es decir, en 20.90 pesos por billete verde.
Para el caso de Pemex, aseguró que la petrolera mexicana ha estresado las finanzas públicas, entonces es necesario que los problemas que ha arrastrado desde algunos años, sean resueltos, “sin embargo, no se han tomado las decisiones para revertir esta situación”.
Sobre el T-MEC dijo que, con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, en 2026, más allá de una revisión será una renegociación, lo que provocará incertidumbre en la relación bilateral, “una presión muy fuerte que todavía generará mayor freno en las inversiones en nuestro país”.
No obstante, indicó que para fortalecer el nearshoring o la relocalización de cadenas de valor, a pesar de los retos que se tienen, es necesario que se construyan instalaciones para obtener energías limpias, además, se debe construir infraestructura carretera, portuaria, ferroviaria, digital y de telecomunicaciones; e incluso invertir en líneas de transmisión y distribución de energía eléctrica; además, garantizar el abasto de agua, se brinde seguridad y certe-
za jurídica.
Asimismo, resaltó que también se debe fomentar la educación con un enfoque a la nueva economía, “una educación enfocada a la nueva economía, a la economía de los intangibles, de los modelos disruptivos de negocios, del capital intelectual, de la era digital, de la inteligencia artificial. Tenemos que enfocarnos hacia allá”, aseveró.