Ante la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero, en Canadá y México existe incertidumbre respecto a las reformas que podría sufrir el T-MEC, por lo que algunos especialistas llamaron a estar pendientes de la información oficial y evitar “especulaciones” en torno al tema.
Ari B. Saks, Associate Partner de Impuestos, Coordinador de los servicios de Nearshoring en EY México y miembro del grupo global de Geostrategia de EY, señaló que las conversaciones entre los participantes en el tratado siguen activas y el curso podría definirse una vez comenzada la administración de Trump.
“Si bien se habla de algunas nuevas políticas que comenzarán en enero próximo, la realidad es que existen ahora conversaciones entre los gobiernos miembros del T-MEC y no sabemos cómo o cuándo se abordarán las prioridades de política económica del gobierno entrante en Estados Unidos, por lo que debemos evitar especulaciones prematuras”, dijo.
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Y es que durante su campaña, el presidente Electo Donald Trump echó mano de discursos que, de cumplirse, afectarían a sus principales socios comerciales. Incluso, expertos coincidieron en que lo que Trump buscaba era que Canadá se confrontara con México y este último abandonara el tratado.
Por otra parte, el amago de imponer aranceles de 25 por ciento a cualquier producto que ingresara de México a Estados Unidos y los señalamientos de infiltración de productos chinos a través de las exportaciones mexicanas, también desestabilizaron el panorama económico.
Sin embargo, mencionó Saks, “se espera que la política comercial de Trump priorizará la manufactura nacional, ampliará los aranceles y enfocará restricciones comerciales sobre las importaciones provenientes de China”.
Además, destacó que “la administración del presidente Trump ha demostrado estar lista para continuar su impulso a la desregulación en varios sectores como tecnología, energía y medioambiente, con el objetivo de aligerar la carga regulatoria tanto para la economía como para las empresas estadounidenses”.
Según reportes, la estrategia de “América Primero” esperara seguir priorizando la manufactura local, con la expansión de aranceles y restricciones dirigidas particularmente a China. Esto podría obligar a las empresas a reevaluar sus estrategias de producción y distribución, incluidas las de México y Canadá, socios en el T-MEC.
Con información de Érick Ríos