Reformas y políticas también impactaron en la nota

Incertidumbre interna y externa pegaron al peso y al crecimiento

La era del ‘superpeso’ concluyó en junio después de la elección en México, y posteriormente por la elección de Trump en EU; estimaciones del PIB se redujeron por factores como el consumo y las exportaciones

Incertidumbre interna y externa pegaron al peso y al crecimiento.
Incertidumbre interna y externa pegaron al peso y al crecimiento. Foto: larazondemexico

Factores internos y externos causaron durante este año mayor incertidumbre en los mercados financieros nacionales, generando así que la racha del llamado ‘superpeso’, terminara pasada la elección de junio, luego de haber tocado niveles récord bajos de 16.3368 pesos por dólar el 8 de abril de acuerdo con información del Banco de México (Banxico), así como una menor perspectiva de crecimiento económico para 2024 y 2025 y un cambio en la perspectiva de la nota crediticia.

La paridad peso-dólar al igual que otros indicadores económicos, estuvo sujeto a diversos embates tanto internos como externos, llevando a la moneda nacional a perder atractivo en el carry trade.

Esta depreciación se observó un día después de las elecciones de México, pero tomó mayor fuerza por otros factores como las reformas constitucionales en México, principalmente la del Poder Judicial, el déficit que se estimó para el cierre de este 2024 y la alta probabilidad de que, con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, los amagos sobre la política migratoria, se negocien a través de temas económicos, como los aranceles de esa nación a México.

De acuerdo con las estimaciones de algunos especialistas, estos factores, sumados a la posibilidad de una contracción en las estimaciones de crecimiento económico de Estados Unidos, puede llevar a la paridad cambiaria a niveles superiores a las 20 unidades por dólar, y en algunas ocasiones, hasta los 21 pesos por unidad estadounidense.

En suma, otros factores causaron además, que el consumo privado registrara una desaceleración que se ha ido profundizado, pues de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en septiembre se observó una caída de 0.3 por ciento, lo que sumado a los meses previos, apunta a una debilidad mayor en los siguientes periodos.

“La posible pérdida de poder adquisitivo de las remesas, el siguiente año más la desaceleración económica de Estados Unidos que se verá reflejada en las exportaciones da a pensar que el consumo el siguiente año (2025) se va a seguir desacelerando y esto generará una desaceleración económica”, señaló en un análisis Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base.

Los analistas prevén que para este 2025 el crecimiento económico del país se ubique entre 0.8 y 1.0 por ciento, lo que significaría una desaceleración económica respecto al crecimiento previsto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en los Criterios de Política Económica del 2025 de un rango de entre 2.0 y 3.0 por ciento; mientras que el Banco de México (Banxico) espera que la economía crezca en 1.1 por ciento, el FMI internacional lo estima en 1.3 por ciento y Banamex en 1.0 por ciento.

Para este año, Banco BASE espera que el PIB crezca en alrededor de 1.4 y 1.5 por ciento, mientras que la Secretaría de Hacienda espera un rango de crecimiento de entre 1.5 y 2.5 por ciento.

Gráfico
Gráfico ı Foto: Especial

NOTA SOBERANA. A lo largo de este 2024, las agencias calificadoras de crédito continuaron evaluando la situación económica y fiscal de México, reflejando los desafíos que, de acuerdo con expertos, enfrenta el país en su desempeño macroeconómico.

En julio, la agencia calificadora confirmó la nota soberana de México en BBB-, con una perspectiva estable, al argumentar que el país tiene un marco de política macroeconómica prudente, finanzas públicas estables y una deuda que se mantiene debajo de la media de países que tienen una nota similar.

A mediados de noviembre, Moody’s Ratings cambió la perspectiva de la nota crediticia de estable a negativa, aunque ratificó la calificación en Baa2.

La decisión de la agencia calificadora se debió a lo que describió como un debilitamiento en la manera de hacer políticas públicas y por un entorno institucional que podría afectar los resultados fiscales y económicos.

Por su parte, la agencia HR Ratings dio a conocer hacia finales de noviembre, que la calificación de la deuda soberana de largo plazo en moneda extranjera había sido ratificada en BBB+, pero, al igual que Moody’s, pasó la perspectiva de estable a negativa, en dos niveles por encima del grado especulativo, por menores expectativas de crecimiento y los desafíos asociados a la consolidación fiscal.

En diciembre, S&P ratificó la calificación de la deuda soberana de México y mantuvo la perspectiva en estable, al destacar una gestión macroeconómica cautelosa por parte del nuevo Gobierno.

Banxico metió tijera de 125 pB en el interés

El Banco de México (Banxico) redujo la tasa de interés interbancaria en 125 puntos base en cinco momentos durante el año, iniciando en marzo de 2024, después de que la última disminución se registrara en febrero del 2021, con lo que dejó el interés en una tasa de 10.00 por ciento.

El banco central mexicano ha señalado que, si bien la inflación general ha tenido altibajos a lo largo de los tres trimestres de 2024, la inflación subyacente, “que refleja de mejor manera la tendencia de la inflación” se contrajo y prevé que continúe su descenso.

El primer recorte a la tasa de interés Interbancaria se dio en marzo, cuando la bajó en 25 puntos base y pasó de 11.25 por ciento a 11.00 por ciento en una decisión no unánime; el segundo recorte ocurrió en agosto, de igual forma no fue una decisión conjunta entre todos los miembros de la Junta de Gobierno y en esa ocasión se redujo otros 25 puntos base, para quedar en 10.75 por ciento.

En septiembre, los integrantes de Banxico decidieron reducir la tasa de interés y la dejaron en 10.50 por ciento, y en noviembre de 2024, la decisión de reducir la tasa se dio con la presencia de todos los miembros de la Junta de Gobierno y la situaron en 10.25 por ciento, “si bien el panorama inflacionario aún amerita una postura restrictiva, la evolución que ha presentado implica que es adecuado reducir el grado de apretamiento monetario”.

Con información de Cuahutli R. Badillo