Los conocimientos sobre finanzas en México ha recorrido un largo camino durante las últimas décadas. De un país donde hablar de dinero era casi tabú, se ha pasado a una sociedad más abierta y ávida de información sobre cómo y dónde invertir sus ahorros. Al mismo tiempo, la estabilidad macroeconómica y el acceso a nuevas tecnologías han hecho posible que cada vez más mexicanos se sumerjan en el mundo de las inversiones, buscando hacer crecer su patrimonio y resguardarlo de la inflación. Sin embargo, la mayoría todavía se enfrenta a grandes retos, como la falta de educación financiera y el miedo al riesgo, factores que influyen en sus decisiones de inversión.
En este contexto, los mexicanos han encontrado distintas estrategias para administrar y hacer rendir su dinero, desde opciones tradicionales como los instrumentos gubernamentales (CETES) o los bienes raíces, hasta plataformas digitales de crowdfunding o de trading. Este artículo analiza las principales formas en que los mexicanos invierten su dinero y repasa las ventajas y desafíos de cada una de estas alternativas.
Fondos de inversión y CETES, una forma de proteger el patrimonio
Entre las alternativas de inversión más comunes y accesibles para los mexicanos se encuentran los fondos de inversión y los Certificados de la Tesorería de la Federación (CETES). Estos últimos son instrumentos emitidos por el Gobierno de México, con plazos que van desde 28 hasta 364 días, y se consideran de bajo riesgo debido a que están respaldados por el Estado. Para quienes desean dar sus primeros pasos en el mundo de las inversiones, los CETES suelen ser una buena opción, ya que ofrecen rendimientos superiores a los de una cuenta de ahorros tradicional y son relativamente sencillos de adquirir. Es posible invertir montos pequeños (desde 100 pesos) sin comisiones, lo cual facilita el acceso a cualquier persona con conexión a internet.
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Por otro lado, los fondos de inversión reúnen el dinero de varios inversionistas y lo canalizan hacia distintos activos como acciones, bonos y otros instrumentos. Esta diversificación permite equilibrar riesgos y aspirar a mejores rendimientos. En México, existen diferentes tipos de fondos de inversión, desde los conservadores (generalmente compuestos por deuda gubernamental y corporativa) hasta los más agresivos, que invierten en acciones de empresas nacionales y extranjeras. El beneficio de estos fondos es que están administrados por expertos, quienes analizan continuamente la situación del mercado y buscan maximizar los rendimientos.
Bienes raíces y crowdfunding inmobiliario
La inversión en bienes raíces es una de las opciones más populares en México debido a su naturaleza tangible y a la percepción de seguridad que brinda el adquirir un inmueble. Comprar una casa, departamento o terreno no solo permite al inversionista incrementar su patrimonio, sino que también es posible obtener ingresos pasivos a través de la renta de la propiedad. Además, la plusvalía del inmueble puede generar ganancias considerables a mediano y largo plazo, particularmente en zonas en desarrollo o con alta demanda turística.
Sin embargo, esta alternativa no está exenta de retos. El desembolso inicial suele ser elevado, ya que se requiere un enganche significativo y, en muchos casos, la aprobación de créditos hipotecarios cuyas tasas de interés pueden variar. Adicionalmente, se deben contemplar gastos de mantenimiento, impuestos y posibles periodos de desocupación en caso de rentar la propiedad.
Acciones y ETFs
Para los mexicanos con mayor apetito de riesgo y un conocimiento más profundo de los mercados financieros, la inversión en acciones de empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) o en la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) puede ser muy atractiva. La compra de acciones brinda la oportunidad de participar en el crecimiento de empresas tanto nacionales como internacionales, obteniendo beneficios por la apreciación del valor de los títulos y, en algunos casos, por el reparto de dividendos.
Otra alternativa vinculada a la renta variable son los ETFs (Exchange Traded Funds), que replican el comportamiento de un índice bursátil, sector o canasta de acciones.
Nuevas alternativas digitales: criptomonedas y fintech
En los últimos años, México ha sido testigo de un auge en el sector fintech y en el interés por las criptomonedas. Distintas plataformas permiten comprar y vender criptodivisas como Bitcoin, Ethereum o stablecoins atadas al valor del dólar. Esta clase de activos se caracteriza por su alta volatilidad, lo que implica la posibilidad de obtener grandes ganancias en lapsos cortos, pero también expone a los inversionistas a riesgos importantes. Además, la regulación en torno a las criptomonedas en México todavía se encuentra en proceso de evolución, por lo que se recomienda extremar precauciones e informarse ampliamente antes de destinar una parte considerable del capital a este sector.
Por otra parte, el ecosistema fintech en México abarca soluciones de préstamos peer-to-peer, plataformas de inversión automatizada (robo-advisors) y herramientas para crear planes de ahorro a través de aplicaciones móviles. Estos servicios buscan democratizar las finanzas y acercar a la población a oportunidades de inversión más allá de la banca tradicional. Muchas de estas plataformas ofrecen la ventaja de empezar con montos bajos, generar rendimientos competitivos y permitir el seguimiento en tiempo real de la inversión. Sin embargo, es crucial verificar que dichas plataformas estén reguladas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para evitar fraudes y asegurar un nivel mínimo de protección al consumidor.
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FGR