De concretarse la deportación masiva de personas migrantes como pretende hacerlo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, analistas aseguraron que México y el país vecino del norte enfrentarían afectaciones en sus economías, principalmente, un aumento en la inflación, efectos recesivos, desempleo e informalidad laboral.
En el primer día de gobierno, el mandatario estadounidense emitió un basto número de decisiones gubernamentales, de las cuales al menos siete tuvieron relación directa con la migración. Destacó la orden ejecutiva donde pide que el Ejército y la Guardia Nacional realicen acciones para impedir la entrada de indocumentados en la frontera con México; además, en su discurso de investidura, aseguró que pretende deportar a las personas migrantes que residen en el país sin autorización.
No obstante, de concretarse un programa de deportación masiva, Estados Unidos se enfrentaría ante “efectos recesivos e inflacionarios significativos”, señaló el área de Estudios Económicos de BBVA México.
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“En particular, los sectores agropecuarios y de construcción entrarían en contracción, más ahora que habrá una fuerte demanda de construcción de vivienda debido a los incendios en la ciudad de Los Ángeles”, indicó.
De acuerdo con el Anuario de Migración y Remesas México 2024, de BBVA México, la población total de migrantes residentes en Estados Unidos asciende a 51.5 millones de personas, de los cuales 11 millones se encuentran en una situación irregular, pero entre 8.5 millones y 10 millones laboran. Asimismo, la población migrante mexicana es de 12 millones, de los cuales alrededor de 4.1 millones son indocumentados.
Además, a pesar de que el tema migratorio fue fundamental para que Donald Trump ganara la elección, también ayudó que durante la administración de Joe Biden aumentó la inflación y, en ese sentido, deportaciones masivas serían igual a aumentar la tasa de inflación y presionaría los salarios de los trabajadores.
Al respecto, Ernesto O’Farril Santoscoy, presidente de la Comisión de Análisis Económico del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), señaló que el país vecino siempre ha requerido de mano de obra de migrantes y “lo seguirá requiriendo”, por lo que de realizar deportaciones se quedaría sin mano de obra, causando que las cosechas se retrasen y por lo tanto el precio de los alimentos se incremente.
En México, el panorama no es más alentador, ya que el recibir migrantes mexicanos aumentará la oferta de la mano de obra y “va a ser difícil absorber ese empleo con una inercia de crecimiento tan débil como la que tenemos”, además destacó que es probable que se incremente la economía informal.
“La administración Trump seguramente ejercerá una presión hostil contra los migrantes y repercutirá en su calidad de vida, pero habrá poco efecto en el volumen total de migrantes no autorizados en Estados Unidos”, indicó BBVA México.
También recordó que, pese al discurso del mandatario estadounidense en contra de las personas migrantes no documentadas —en el que los responsabiliza de problemas como el uso indebido de programas públicos, inflación, violencia y drogas—, este deportó a menos personas que el presidente demócrata Barack Obama.
En la primera administración de Obama, la deportación de personas alcanzó un promedio de 400 mil eventos anuales; en la segunda, fueron 375 mil sucesos. Mientras tanto, en la primera administración de Donald Trump, ocurrida entre 2017 y 2020, sólo se deportó a 300 mil personas.
Asimismo, destacó que para contener el flujo migratorio hacia Estados Unidos, Donald Trump puede hacer uso de la orden ejecutiva que firmó Joe Biden en 2024 con la intención de ganar votos para su campaña presidencial, la cual consistió en limitar las solicitudes de asilo, así como “de hacer gestiones para que diversos países de tránsito detuvieran el flujo migratorio hacia ese país”.
Imposición de aranceles. Por otra parte, ante la posible imposición de aranceles de hasta 25 por ciento a mercancías mexicanas y canadienses que anunció el presidente estadounidense, el analista del IMCP agregó que aún no se ha firmado alguna orden ejecutiva para poner impuestos arancelarios, lo que podría significar que el mandatario está “dando unos pocos días para que se pueda llegar a alguna negociación”.
Además, explicó que de llevar a cabo esa decisión, los empresarios estadounidenses serían los más afectados porque las mercancías que producen podrían ser menos competitivas y se beneficiaría a otras compañías que comercializan productos en Estados Unidos y que provienen de otros países; incluso, la política comercial proteccionista que está impulsando el país vecino genera preocupación a nivel mundial, “porque puede generar una guerra de tarifas, es decir, generarse inflación”.
