La política arancelaria que ha impuesto el presidente Donald Trump no cambiará en los siguientes días y a menos de una semana de que concluya la pausa de tarifas, probablemente amagará al Gobierno mexicano con más gravámenes con la intención de obtener concesiones.
“Estamos a una semana de que se decida si continuamos o no con esta política restrictiva arancelaria. Y por lo que se puede observar no hay muchas posibilidades de que esta política comercial cambie por parte de Estados Unidos; seguramente habrá un amago más hacia México para poder presionar al gobierno de nuestro país a establecer otro tipo de negociaciones, otro tipo de concesiones”, señaló Adolfo Laborde Carranco, profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en entrevista exclusiva con La Razón.


El analista destacó que el mandatario estadounidense podría exigir al Gobierno mexicano la presencia de más elementos de la Guardia Nacional (GN) en la frontera o una mayor protección de la región de América del Norte, es decir, que la Presidenta Claudia Sheinbaum tenga que imponer aranceles a productos o algunas fracciones arancelarias que provengan de China o que se ejerza más presión en términos de certificados de origen a países que actualmente son miembros del Tratado de Integración Progresista de Asociación TransPacífico (TIPAT).
La presión a los integrantes del TIPAT estaría focalizada en Vietnam y Malasia, países asiáticos que pueden realizar una triangulación de mercancías como el aluminio, acero y otras manufacturas. O incluso el presidente estadounidense podría pedir que México abandone de forma definitiva el tratado.
- El Dato: México iniciará negociaciones con Estados Unidos para buscar una solución que cumpla las demandas de Trump.
Laborde Carranco consideró que México, en un intento de salvar la autonomía o la independencia de su política comercial, negociaría que se le impongan fracciones arancelarias pero menores a 25 por ciento, pues de caer en ese tipo de condicionamientos, la política comercial del país cambiaría totalmente.
“Ya dependerá del posicionamiento de la Secretaría de Economía, del secretario Ebrard y de su equipo, si va a ceder más de lo que debemos de ceder con tal de no tener aranceles. Creo que la idea del señor Trump es establecer aranceles”, indicó.
Para el profesor del CIDE, ante los constantes amagos de imponer unilateralmente los aranceles, México puede utilizar varios instrumentos de negociación, pero pueden no ser “una buena estrategia”; por ejemplo no hacer nada al respecto sobre el tráfico de fentanilo y dejar que se inunde el mercado estadounidense, o dejar pasar flujos de migrantes que saturen el sistema migratorio del país vecino. “Hacerse de la vista gorda, como dicen por ahí”, dijo.
Y como una última instancia, se pueden aplicar medidas espejo, pero a mercancías específicas a las que Estados Unidos sea sensible.
Laborde Carranco sostuvo que una estrategia viable que podría implementar el Gobierno federal es buscar que el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá se realice a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC), de esa forma se lograría la internacionalización de las empresas.