El Índice de Confianza en la Inversión Extranjera Directa (FDICI), encuesta anual que se realizó a 536 ejecutivos empresariales globales, mostró que México perdió cuatro lugares en el ranking de confianza de Inversión Extranjera Directa (IED) y se ubicó en la posición 25 de 25; el año pasado se encontraba aún en el lugar 21. El atractivo de inversión de México disminuyó para el 80 por ciento de las empresas encuestadas. A pesar de la pérdida de atractividad de inversiones en el país, los ejecutivos empresariales ven en México una alternativa de inversión para ciertos sectores económicos.
Las industrias que perdieron su “atractividad” en 2025 respecto a 2024 fueron: servicios públicos, bienes primarios, industria pesada, industria manufacturera, comercio, telecomunicaciones, hospitalidad y alimentos, y servicios financieros. El talento y la capacidad de la fuerza laboral, así como el desempeño económico que ha tenido el país, son las mayores fortalezas para los inversionistas.
De acuerdo con la encuesta, en el primer trimestre de 2025, se han realizado 9 anuncios de IED, alrededor de 46 mil millones de dólares, cifra mayor al monto total de inversión extranjera que se captó el año pasado.
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El FDICI mostró que el flujo de la IED a nivel mundial se mantiene a la baja, pues en 2024 cayó 8.0 por ciento; no obstante, los inversionistas tienen un mayor optimismo sobre el desarrollo de la economía en 2025.
No obstante, en el ranqueo de los mercados emergentes que son confiables para invertir, México se mantuvo en la posición seis, sólo por debajo de China, Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Brasil e India.
Según el FDICI, realizado por Global Business Policy Council de Kearney, los empresarios reconocieron que hay un riesgo creciente de que aumente la incertidumbre y la complejidad en el panorama de inversiones en los siguientes años; alrededor del 84 por ciento de los inversionistas sí pretenden aumentar su IED a nivel global en los próximos tres años; no obstante, cayeron 4.0 puntos porcentuales respecto a 2024.
Asimismo, los riesgos que vislumbran para las inversiones son el aumento de los precios en los productos básicos, las tensiones geopolíticas y un ambiente regulatorio más restrictivo a nivel mundial.
“Es probable que los inversionistas hayan respondido al aumento persistente de las políticas industriales cuando identificaron los entornos regulatorios restrictivos como una de sus principales preocupaciones. A medida que las economías intentan fortalecer sus industrias nacionales y su resiliencia, particularmente en sectores estratégicos relacionados con la seguridad nacional, la inversión extranjera se vuelve más difícil”, señaló Erik R. Peterson, socio y director general del Global Business Policy Council de Kearney.
El 38 por ciento de los consultados consideró que en 2025 los precios de las materias primas aumentarán, especialmente por el temor a un escalamiento de los conflictos globales y se provoque una pausa en las cadenas de suministro; mientras que, 35 por ciento de los inversionistas previó un incremento de las tensiones geopolíticas y el 32 por ciento pronóstico que el mundo tendrá un entorno regulatorio empresarial más restrictivo en un mercado desarrollado.
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LMCT
