La llegada del COVID-19 a México provocó que muchos negocios cerraran sus cortinas para evitar la propagación del virus. Estas medidas de contención llevaron a la economía mexicana a tener una contracción histórica de 18.9 por ciento en el segundo trimestre del año.
Según una encuesta del Instituto Nacional de Salud Pública, cerca del 30 por ciento de los entrevistados reportaron que una persona de su hogar perdió el trabajo durante el confinamiento y hasta el 64 por ciento contestó que en sus hogares se observó una disminución de ingresos.
Si bien, la caída de la economía nacional encontró apoyo en la reanudación de actividades y los cambios en los semáforos para entrar a la “nueva normalidad”, la incertidumbre económica seguirá rondando, pues el Banco de México (Banxico) estima que el desplome del Producto Interno Bruto (PIB) será de 10.2 por ciento en 2020.
Ahora, no sólo importa cuidarse de no contraer COVID-19, sino que también hay que cuidarse para no sufrir los estragos de una crisis económica en casa.
Para no formar parte de los números rojos ni entrar en pánico, aquí te compartimos 5 consejos que abonarán a disminuir los efectos de la recesión económica que se avecina.
1- Evaluar cuentas
Ahora que ha comenzado la reactivación económica en México y en otros países, es un buen momento para hacer una evaluación financiera.
Se puede comenzar por evaluar las deudas, préstamos, ingresos y oportunidades. Por ejemplo, se puede analizar la importancia de tener una suscripción a Spotify, Netflix u otra aplicación, o intentar reducir los planes contratados.
Recortar el gasto en estos servicios puede hacer una diferencia, pues algunos como Netflix subieron su precio como efecto del cobro del IVA que deben pagar las apps tecnológicas al fisco.
2- Disciplina
Un panorama incierto no solo obliga a fortalecer el autocontrol, sino a ser más disciplinado con las finanzas personales. Se deben establecer objetivos de gastos y hacer revisiones constantes.
En condiciones normales, revisar los objetivos cada tres meses es un buen consejo, pero ahora lo recomendable es hacerlo una vez al mes o cada quince días para realizar ajustes y tener tus gastos bajo control.
3- Ahorrar
Para los que pudieron conservar el trabajo, aunque hayan tenido recortes, el segundo semestre del año será para ahorrar, ahorrar y después gastar.
Hay que aumentar los porcentajes de ahorro y destinar el resto para el consumo básico mensual.
Intenta aplicar la regla 50-30-20, donde el 50 por ciento de tus ingresos se destinarán al gasto de comida, renta, luz, agua, etc, el 30 para para tus deudas y 20 por ciento para el ahorro.
4- Cuidar la salud
Al estar en circunstancias extremas por cuestiones de salud a nivel mundial, por ello se aconseja poner especial atención en cuidar de la salud personal y familiar.
Una buena alimentación, la actividad física permitida bajo las condiciones de seguridad, cuidar de los pacientes con enfermedades crónicas y seguir las medidas de higiene pueden evitar exponer las finanzas a gastos extras en este rubro.
5- Invertir
Las recesiones son buenas oportunidades para la inversión debido a que se abren muchas oportunidades. La clave es hacerlo en aquellas que se conocen bien o en las que se cuenta con asesoría confiable.
Si alguien tiene cierta seguridad laboral y ahorros en su banco, lo mejor es invertirlo para generar rendimiento y no dejarlo “quieto” porque se deprecia con facilidad.
Todo lo anterior ayudará a construir un patrón de consumo a futuro ante la incertidumbre sobre cuánto tardará en darse la reactivación de la economía, el empleo y restablecimiento de los ingresos.
JVR