La agencia calificadora Moody’s Ratings advirtió que por el cambio “abrupto” en el Poder Judicial de la Federación ponen en riesgo crediticio a las 25 empresas calificadas e infraestructuras de México con perspectiva Baa2 estable; además de que afectan la confianza empresarial, la inversión extranjera, el T-MEC y obstaculizan el potencial del nearshoring en México.
Alertó que, como es muy probable que la Presidenta Claudia Sheinbaum continúe con el plan de desaparecer siete organismos autónomos para integrar sus funciones a otras dependencias del país, los inversores, quienes temen que los cambios judiciales amenacen los principios democráticos, se volverán más cautelosos y las empresas “acumularán más efectivo al dudar en comprometerse con nuevas inversiones de capital, lo que les permitirá reducir su apalancamiento hasta 2025”.
Esto provocará que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) a largo plazo siga siendo limitado, por lo que la economía perderá parte de su dinamismo, expandiéndose sólo 1.5 por ciento en 2024 y 1.3 por ciento en 2025, después del 3.2 por ciento alcanzado en 2023.
Moody’s Ratings explicó que la reforma judicial también pone en peligro el cumplimiento de los acuerdos comerciales de México, principalmente del T-MEC, pues su implementación amenaza con que se genere una suspensión de los beneficios arancelarios, sanciones comerciales o multas monetarias, lo que haría a las exportaciones mexicanas menos competitivas.
“Bajo este escenario incierto, la mayoría de las empresas mexicanas y los grupos de infraestructura reducirán el gasto de capital en 2025. Solo unas pocas empresas que planean grandes inversiones de capital en 2024 influirán en el flujo de caja libre agregado”, destacó la agencia calificadora.
Sin embargo, señaló que las grandes empresas públicas como Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como los fideicomisos de inversión inmobiliaria Fibra Uno, Vesta y Terrafina, “necesitarán aumentar sus necesidades de efectivo durante el año, pero se espera que su gasto de capital se reduzca para 2025 a medida que algunos de sus proyectos concluyan”.
Por otra parte, Moody’s señaló que el crecimiento económico será lento hasta 2025 debido a que la actividad económica de Estados Unidos se ha moderado, afectando la actividad industrial y las exportaciones en México. Esto, aunado a que la formación de capital fijo se ha desacelerado a causa de la conclusión de proyectos emblemáticos como el Tren Maya y el Corredor Transístmico.
INVERSIÓN. Por otro lado, Moody’s Ratings detalló que para que México pueda desarrollar plantas de generación de energía renovable, mejorar la transmisión y distribución eléctrica, que frenan las oportunidades de nearshoring, junto con la escasez de agua, la nueva administración requiere invertir casi 14 mil millones de dólares, comenzando con una inversión inicial de 3 mmdd en 2025.
“El éxito de la estrategia de infraestructura eléctrica del nuevo gobierno dependerá de su financiamiento y ejecución, ya sea a través de transferencias directas de la CFE al gobierno o de una combinación de inversión pública y privada”, destacó.
Finalmente, concluyó que aliviar las preocupaciones de los inversionistas sobre la incertidumbre legal y la implementación de la reforma judicial será clave para la inversión privada en los años venideros y el crecimiento económico.