Representantes sindicales y directivos de la industria de autos estadounidense continuaron las negociaciones por la huelga que estalló el grupo de trabajadores de United Auto Workers (UAW) en plantas industriales de tres automotrices en Detroit.
El sindicato UAW inició, la semana pasada, un paro en las plantas de Ford y General Motors y de Stellantis, la matriz de Chrysler, que afecta a complejos de ensamblaje estadounidenses.
Por seis días se ha detenido la producción en plantas de Michigan, Ohio y Misuri, que producen el Ford Bronco, el Jeep Wrangler y el Chevrolet Colorado, junto con otros modelos populares.
El UAW ha dicho que anunciará huelgas en más plantas estadounidenses hoy si no se logran avances concretos en las conversaciones con las automotrices antes del mediodía.
La acción coordinada de la UAW en Estados Unidos llevó a que unos 12 mil 700 trabajadores se declararan en huelga.
Se espera que General Motors anuncie la paralización de su planta de autos en Kansas esta semana, debido al impacto de la cercana huelga de Misuri..
Analistas esperan que las plantas que fabrican camionetas más rentables, como la F-150 de Ford, la Chevy Silverado de GM y la RAM de Stellantis sean el próximo objetivo del movimiento sindical si la huelga continúa.
La UAW y las empresas están enfrentadas por los salarios y los beneficios para los trabajadores.
Los tres fabricantes de automóviles han propuesto aumentos de 20 por ciento en un plazo de cuatro años y medio, aunque eso es sólo la mitad de lo que exige el UAW hasta 2027.
El miércoles, Stellantis se sumó a GM y Ford, que despidieron a algunos empleados de otras fábricas, debido a los efectos de las huelgas y la escasez de piezas, entre otras cosas.