Debido a que el sector de la construcción presentaba caídas desde el año pasado, la pandemia por COVID-19 provocará que cierre este año se desplome hasta -13 por ciento, con altas probabilidades de recuperarse hasta finales de 2021, alertó Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México.
Durante la presentación del informe “Situación Inmobiliaria al Primer Trimestre de 2020” el analista comentó que dicha caída implica la pérdida de 200 mil puestos de trabajo en el sector y dejar de recibir 160 mil millones de pesos en inversión.
Habrá una menor demanda por vivienda nueva, debido a que el principal motor de este segmento es el empleo y lo que estamos viendo es una destrucción de empleos muy significativa, pues entre marzo y abril se destruyeron más puestos de los que se crearon en 2018 y 2019dijo.
Señaló que será una caída significativa, aunque no de la magnitud que se vivió en la crisis de 1994, cuando cayó hasta -40.9 por ciento.
Cabe recordar que, durante el tercer mes del año, el valor real de la producción de las empresas constructoras mostró una caída de 17.1 por ciento anual con cifras ajustadas por estacionalidad; con ello, sumó 21 meses de bajas consecutivas, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Además, Carlos Serrano puntualizó que la inversión en infraestructura es el segmento con peor panorama, porque la crisis por COVID-19 restará aún más el margen de maniobra fiscal del Gobierno, inhibiendo la inversión a la obra pública. Además, a esto se le sumará la caída en el Producto Interno Bruto (PIB) para este 2020, lo que impactará en la recaudación y un incremento en la deuda.
El economista en jefe de BBVA México afirmó que estos efectos pueden modificarse si el Gobierno federal cambia las señales erróneas a los inversionistas, como el acuerdo que limita las energías renovables y la cancelación de proyectos, como la cervecería de Constellations Brands, en Mexicali, Baja California.
Los segmentos que van a reactivar a la construcción, creemos que serán los de libre comercio, que es el que esperamos se reactive más rápido. Aquí serán favorecidas las naves industriales. Por su parte, la vivienda y la obra pública están rezagadosmanifestó.
Además, Carlos Serrano insistió en la urgencia de que el Gobierno federal emita una reforma fiscal para aumentar la recaudación, pues sí cuenta con espacio fiscal para realizarla, hecho que aportaría entre 2.5 y 3.5 por ciento al PIB.
Sugirió que el Gobierno debería tomar acciones por dos vertientes: disminuir lo más que se pueda la pérdida de empleos, y políticas que faciliten a las empresas mantener su liquidez, a través del aplazamiento del pago de impuestos y otros servicios.
Además, explicó que los programas sociales no están enfocados a los que más lo necesitan, pues en lugar de continuar con los apoyos a jóvenes estudiantes y adultos mayores, se tendría que atender a los desempleados.
Finalmente, comentó que no modifican su perspectiva del PIB para el cierre de año, de -7.0 por ciento, con un rango de entre -7.0 a -12 por ciento, aunque “con una inclinación a este último, si la pandemia y crisis continúa”.
JVR