La Industria Nacional de Autopartes (INA) estima pérdidas acumuladas por 600 millones de dólares, debido a la huelga automotriz en Estados Unidos.
La cifra equivale a 0.8 por ciento de las exportaciones mexicanas de autopartes realizadas al país vecino en 2022.
El paro de las armadoras, las tres grandes de Detroit, inició el 15 de septiembre. Hasta el momento, los trabajadores afiliados al sindicato United Auto Workers (UAW), uno de los más grandes del país, se concentran en seis plantas de Ford, Stellantis y General Motors.
Estas unidades de ensamble representan 13 por ciento de la producción total de vehículos ligeros en Estados Unidos.
El presidente del sindicato UAW, Shawn Fain, dijo el viernes que el organismo no ampliará, por el momento, su huelga contra las tres automotrices de Detroit, pero afirmó que ahora paralizarán otras instalaciones sin previo aviso, en lugar de esperar hasta el viernes próximo para anunciar nuevos planes.
“Estamos entrando en una nueva fase de esta lucha y exige un nuevo enfoque”, dijo Fain. El miércoles cambió de táctica sin previo aviso y ordenó un paro en la fábrica de camionetas pesadas y todoterreno de Ford en Kentucky, la mayor y más lucrativa del fabricante de automóviles a escala mundial.
La huelga de UAW lleva un mes, con más de 34 mil miembros del sindicato que trabajan en las tres de Detroit paralizados. “Ya no esperamos a los viernes”, dijo Fain. “Ahora sólo hay una regla: ponernos las pilas”.
Las conversaciones con Ford, Stellantis, la matriz de Chrysler, y General Motors se han vuelto cada vez más tensas a medida que Fain ha continuado su campaña de enfrentar a las automotrices entre sí. Algunos responsables sindicales afirman que ciertos trabajadores han empezado a quejarse de la duración de la huelga.
