El avance de 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) durante el tercer trimestre del año, no es motivo para “echar las campanas al vuelo”, ya que la economía sigue dependiendo de la recuperación económica de Estados Unidos, concretamente de las exportaciones a ese país.
Así lo afirmó el coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen), de la UNAM, Ignacio Martínez Cortés.
Subrayó que para incentivar el consumo privado, el gobierno debe blindar la confianza del consumidor al disminuir la inseguridad pública para que las unidades económicas aumenten sus ventas y generen más y nuevos empleos.
Para ello, agregó, también se debe fortalecer la confianza empresarial y otorgando certidumbre jurídica al inversionista para que fluyan nuevos capitales hacia la estructura productiva.
“Sin ello, el gasto social y la inversión en infraestructura pública se diluirán en el mediano plazo”, advirtió el especialista universitario.
Dijo que a ello se suma que el incremento de la inflación y el aumento de la tasa de interés incide en avances marginales en el consumo interno que en julio aumentó 0.1 por ciento a tasa mensual, el consumo de bienes y servicios de origen nacional creció.2 por ciento y el de bienes de origen importado cayó 0.8 por ciento.
Por otra parte, el experto destacó que otro elemento importante a tomar en cuenta es la que la recaudación proveniente del Impuesto al Valor Agregado (IVA) cayó 7.1 por ciento en septiembre, a tasa anual.
Con ello suma dos meses consecutivos a la baja, reflejo del debilitamiento que está causando el repunte inflacionario en el consumo en México.
A su vez, indicó que la inseguridad también inhibe el consumo, lo que se refleja en que 64.4 por ciento de la población consideró, durante septiembre del 2022, vivir en su ciudad es inseguro.
Además, durante este mismo periodo 35.2 por ciento de la población encuestada enfatizó que la delincuencia seguirá igual de mal en los próximos 12 meses, mientras que 25.7 por ciento consideró que empeorará.
Martínez Cortés, recordó que Lacen ha señalado con anterioridad que el consumidor continua disminuyendo su gasto en el mercado y el empresario no invierte en su unidad económica.
Lo anterior, como consecuencia de la desconfianza que, tanto el consumidor como el empresario, tienen de la situación económica del país, pero también la inseguridad y el crimen organizado inciden en la deficiente dinámica económica.
Destacó que en septiembre de 2022, el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) registró una disminución mensual de 0.1 puntos y un retroceso anual de 2.5 por ciento.
Por lo que toca a las ventas a de los sectores productivos, el coordinador del Lacen destacó que en septiembre de 2022, el Indicador de Pedidos Manufactureros presentó una disminución mensual de 0.36 puntos y se situó en 51.2 puntos.
A su interior, se reportaron retrocesos mensuales en los componentes correspondientes a los pedidos esperados, a personal ocupado, a la oportunidad en la entrega de insumos por parte de los proveedores y a los inventarios de insumos.
FGR