Bajo un entorno de crecientes flujos migratorios a Estados Unidos (EU) provenientes del centro y sur de América, las remesas escalaron de la cuarta a la segunda posición en materia de ingreso de divisas al país entre 2019 (antes de la pandemia de Covid-19) y 2023, según datos del Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el primer semestre del 2019 se registraron 17 mil 451 millones de dólares por concepto de remesas, una cifra inferior a la observada en las exportaciones del sector automotriz (72 mil 574 millones), la Inversión Extranjera Directa -IED- (21 mil 717 millones) y las ventas externas agroalimentarias (19 mil 834 millones).
Cuatro años después, las remesas sumaron 30 mil 244 millones de dólares a junio. Con ello desplazaron a la IED (29 mil 41 millones) y a las exportaciones agroalimentarias (27 mil 511 millones).
Además, los recursos que envían los connacionales, principalmente de EU, crecieron 73.3 por ciento con respecto al 2019, el avance más alto dentro de los mayores receptores de divisas. Las exportaciones agroalimentarias, automotrices y petroleras aumentaron 38.7, 23.2 y 13.9 por ciento, respectivamente. En tanto, la IED subió 33.7 por ciento y las divisas por turismo, 25.6 por ciento.
Las causas
Analistas estiman que las remesas sumarán más de 60 mil millones de dólares en 2023, un nuevo máximo en registro. En agosto registraron 40 meses de crecimiento, además de cuatro meses con montos por arriba de cinco mil 500 millones de dólares.
“Continuarán creciendo en los siguientes meses debido, principalmente, a la fuerte demanda laboral en EU y al muy importante diferencial salarial entre ambos países”, señaló Juan José Li Ng, analista de BBVA México.
De acuerdo con Jesús Cervantes González, director de Estadísticas Económicas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), los factores que están detrás del aumento en las remesas son diversos. Uno de ellos, dijo en su participación en el podcast Norte Económico de Banorte, es que al momento de estallar la crisis sanitaria, en EU, la masa salarial de los trabajadores migrantes llevaba una tendencia al alza.
Un segundo factor es que, en los años previos al Covid-19, se registró un aumento de migrantes que obtuvieron algún tipo de residencia o la misma ciudadanía, lo que significa el acceso a trabajos mejor remunerados. Además, añadió, los efectos adversos de la pandemia tuvieron un impacto limitado en la población migrante porque, por ejemplo, fueron acreedores a las ayudas del gobierno y se dedican a tareas esenciales que no pararon durante la emergencia sanitaria.
Al respecto, el Banco Mundial señaló, en el reporte “Migration and Development”, que “las remesas seguirán fluyendo debido al gran número de migrantes en tránsito varados en México y Guatemala”. Explicó que las personas de Cuba, Nicaragua, Venezuela y otras naciones que pasan por esas estas dos naciones en su camino a EU representan los grandes flujos de remesas.
Para BBVA, es posible que los recursos que perciben los migrantes para su tránsito en México expliquen parte del crecimiento observado en entidades como Chiapas, donde las remesas se dispararon 309 por ciento del primer semestre del 2019 a igual periodo de este año.
En México, hay 11 millones de adultos que reciben remesas, 16.1 por ciento del total, y 4.9 millones de hogares, 13.6 por ciento de los registrados en el país, según el Cemla. Estos flujos de recursos representan más de cuatro por ciento del PIB, seis por ciento del consumo privado y 15 por ciento de la masa salarial en México.
Automotriz, el líder
Tradicionalmente, esta industria es la mayor receptora de divisas en el país, debido a que es altamente exportadora, además de que México es uno de los mayores ensambladores de vehículos en el mundo.
En el primer semestre del año, las ventas al exterior sumaron 89 mil 403 millones de dólares, casi tres veces más que las remesas y casi seis veces más que el petróleo. Ni en su peor momento, en 2020 a causa de la pandemia, le quitaron esta corona, ya que incluso superó dos veces a la IED en ese año.
Cabe destacar que el sector manufacturero no automotriz es, en general, un gran generador de divisas. Sus exportaciones aportan un gran cúmulo de moneda extranjera; sin embargo, en este rubro intervienen diversos sectores y ninguno supera al relacionado con el ensamble de vehículos.