Además de los asaltos carreteros, uno de los mayores problemas que enfrenta la industria de transporte de carga es la falta de paradores de descanso seguros —sitios en los que los conductores pueden detenerse a descansar o recargar combustible—, de los que se estima existe un déficit de tres mil sitios en el país; sin embargo, tampoco se cuenta los recursos para instalar los paradores faltantes.
De acuerdo con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), actualmente sólo existen 360 paradores de descanso que posiblemente cumplen con los requisitos para considerarse seguros, pero de éstos, únicamente 14 están certificados con la normativa de seguridad vigente para el transporte de carga, la Norma Oficial Mexicana (NOM-087-SCT-2-2017), los cuales se encuentran en Puebla, Estado de México, Querétaro y San Luis Potosí, señaló a La Razón Augusto Maurilio Ramos Melo, secretario general de la cámara.
La NOM 087 establece que los operadores deben realizar un pausa de 30 minutos cuando han conducido por hasta cinco horas seguidas y todo conductor tiene que parar por ocho horas después de manejar 14 horas continuas.
Ante ello, el directivo de Canacar refirió que aunque se quisieran construir los dos mil 400 sitios faltantes, no se cuenta con los recursos ni la capacidad para instalar la infraestructura necesaria para estos sitios que podrían atender a un millón 200 mil conductores que circulan a diario en las carreteras del país.
“Lo que estamos haciendo en conjunto con la SICT es identificar, pasarles también todos los criterios que se requiere para considerarlo parador seguro para el transporte de carga, que tengan circuitos cerrados, que haya policía privada o pública y que cuente con las dimensiones para que pueda pernoctar también el operador, entonces es un impulso fuerte, pero hoy en día no estamos listos, dónde vamos a parar un millón 200 mil vehículos de carga que circulan todos los días por las carreteras”, señaló.
De hecho, Ramos explicó que tampoco se sabe exactamente cuánto se necesita invertir para instalar los más de dos mil paradores seguros, ya que el costo de cada uno varía dependiendo de su tamaño y ubicación, pues ejemplificó que, si se quisiera abrir uno en el libramiento de Monterrey, el metro cuadrado costaría cinco mil pesos aproximadamente, pero si se instalara un parador con mil kilómetros de distancia el costo bajaría considerablemente.
La importancia de tener paradores seguros radica en que los transportistas necesitan un lugar para descansar y revisar sus vehículos de carga luego de transitar por varias horas continuas; pero el no contar con estos espacios cada cierta cantidad de kilómetros eleva los riesgos de accidentes debido a que los conductores acumulan cansancio y esto provoca que su nivel de alerta se reduzca.
No obstante, el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) en su documento “Evaluación de paradores para el cumplimiento de los tiempos de conducción y descenso”, señaló que en el caso de las rutas como México–Ciudad Juárez (Chihuahua), México–Nuevo Laredo (Tamaulipas), Los Mochis (Sinaloa)–Mérida (Yucatán) y México-Tijuana (Baja California), los tiempos de recorrido superan las 30 horas de conducción de origen a destino.
Esto, dijo, “puede llegar a ser desgastante para los conductores de transporte de carga si deciden realizarlo en un solo recorrido”; sin embargo, destacó que en la mitad de estas rutas hay tramos carreteros que no cuentan con la presencia de paraderos.
Por ello el IMT mencionó que “se debe proporcionar la infraestructura necesaria y adecuada para lograr que los conductores del Servicio Público Federal puedan descansar para reestablecer su tiempo de reacción, niveles de alerta y capacidad de conducción”.
El Anuario Estadístico de Colisiones en Carreteras Federales, elaborado por la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT), sostiene que tan sólo el año pasado, cuatro mil 769 vehículos de carga se vieron involucrados en tres mil 233 accidentes carreteros, de los que 109 fueron causados porque el transportista venía durmiendo y 296 siniestros ocurrieron porque la unidad presentaba alguna falla mecánica en los neumáticos, frenos, motor o llevaba exceso de cargamento.
En este sentido, el IMT explica que 5.0 por ciento de los accidentes de vehículos de carga que ocurren están relacionados con la somnolencia y 25 por ciento tienen que ver con la salida del camino.
“La somnolencia deteriora variables funcionales psicomotoras y neurocognitivas, como el tiempo de reacción, la capacidad de vigilancia, juicio y atención, así como el procesamiento de información. Es necesario atender y otorgar paradores seguros y con infraestructura en su funcionamiento para brindar un servicio a los conductores, pues la fatiga se hace presente cada vez que realizan viajes con largos itinerarios y pocas horas de descanso”, refirió el instituto.
De acuerdo con el IMSS, el transporte terrestre registra una tasa de incidencia de accidentes laborales de dos por cada 10 mil trabajadores; además tiene la tasa más alta de defunciones por accidente de trabajo en el país, con 1.7 por cada 10 mil trabajadores.