La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) advirtió que se está condenando a miles de trabajadores y restaurantes a la quiebra con el nuevo cierre de actividades en este sector, tras el regreso al semáforo rojo de riesgo sanitario en la Ciudad de México y el Estado de México.
Estimó que tan sólo a final de año se calcula que pueden cerrar en todo el país 122 mil restaurantes y perderse 450 mil empleos. En la Ciudad de México y su Zona Metropolitana hasta noviembre, habían cerrado definitivamente 13 mil 500 establecimientos.
Por ello,La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) advirtió que se está condenando a miles de trabajadores y restaurantes a la quiebra con el nuevo cierre de actividades en este sector, tras el regreso al semáforo rojo de riesgo sanitario en la Ciudad de México y el Estado de México.
Estimó que tan sólo a final de año se calcula que pueden cerrar en todo el país 122 mil restaurantes y perderse 450 mil empleos. En la Ciudad de México y su Zona Metropolitana hasta noviembre, habían cerrado definitivamente 13 mil 500 establecimientos.
Por ello, la industria restaurantera lamentó y ve con profunda preocupación el nuevo cierre de actividades del sector en el Valle de México, tras el regreso al semáforo rojo, limitándolo sólo a las entregas a domicilio, “esto provocará una crisis irreversible, impactando la economía de miles de familias”.
Esto, tras la conferencia de prensa que dio el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, en compañía de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, en la cual se anunció el semáforo rojo con el cierre de las actividades no esenciales del 19 de diciembre al 10 de enero.
Además, subrayó, esta noticia se realizó sin previo aviso que permitiera a los restaurantes mover o terminar su inventario, lo que provocará pérdidas millonarias ya que el sistema de delivery (entrega) no es suficiente para canalizar sus productos como son los perecederos.
Destacó que la industria entiende la necesidad de bajar los contagios y hospitalizaciones, por ello, desde que inició la crisis de salud, el sector restaurantero ha sido parte de la solución, implementando estrictas medidas de higiene, por lo que los establecimientos formales son seguros.
Las propias autoridades han expresado que la fuente de contagios radica en las reuniones y fiestas privadas. “Este nuevo cierre alienta el incremento de los eventos privados y la venta informal de comida en la calle”, sostuvo.
Una encuesta, aplicada por la Canirac a empresarios del sector restaurantero reveló que, sin apoyos, casi ocho de cada 10 restaurantes podrían quebrar en las siguientes semanas, debido a la crisis provocada por la pandemia.
Comparó que, contrario a lo que sucede en otras naciones de América y de Europa, en los que las medidas de confinamiento fueron acompañadas por medidas del gobierno como apoyos al desempleo, préstamos y créditos, prórroga en pago de impuestos y servicios, en México no se cuenta con apoyos fiscales ni laborales, ni de otra índole por parte del Estado.
“La industria, a pesar de manifestar su compromiso con el país, está sobreviviendo por su propia cuenta, donde los más afectados son los trabajadores y los proveedores locales que forman parte de la cadena productiva”, manifestó.
Por ello, la Canirac hizo un llamado a las autoridades para llevar a cabo una declaratoria sanitaria conforme a la ley para tener un marco jurídico que nos permita llegar a acuerdos con arrendadores, proveedores y empleados.
Asimismo, dar apoyos fiscales como prórroga de pagos de impuestos, servicios, derechos, licencias de funcionamiento y subsidios al empleo y que el Gobierno garantice el cumplimiento del semáforo rojo para que las actividades productivas puedan reactivarse el 11 de enero.