El incremento en las tasas de interés, de 350 puntos base en un año, y el débil entorno económico, han afectado los créditos al consumo, esto es tarjetas de crédito, de nómina y personales.
Datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) revelan que el monto de la cartera vencida de este segmento llegó a 38 mil 116 millones de pesos en enero, un repunte anual de más de 12 por ciento, y el dato más alto registrado en tres años, de acuerdo con especialistas financieros.
De diciembre de 2015 a la fecha el Banco de México (Banxico) ha aplicado alzas de 350 puntos base en la tasa de referencia, medidas que han afectado principalmente los créditos a tasas variables como los que tienen las tarjetas de crédito y otros préstamos personales.
Al tener tasas variables, estos tipos de financiamiento son mayormente sensibles al desempeño de la actividad económica. “Por lo que un menor crecimiento de la economía nacional podría ocasionar un deterioro relativamente mayor en la calidad de las carteras de consumo”, advirtió el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero en su reporte más reciente.
De acuerdo con el director general de la reparadora de crédito Libere, Rodrigo Prada, “el alza en las tasa de interés repercute en el pago mínimo que el deudor tiene que realizar cada mes y en el saldo total de su deuda”, por lo que son susceptibles de caer en impagos.
Tan sólo la reparadora puntualizó que al cierre de 2016 registró un repunte de 300 por ciento en el monto total de deudas administradas; es decir, clientes de la banca que tuvieron dificultades para pagar sus créditos.
Señaló que el rubro de mayor crecimiento fue el de tarjeta de crédito seguido por crédito de nómina, crédito personal y tarjeta departamental. Con un monto promedio de deuda vencida por cliente mayor a los 120 mil pesos.
Lo anterior coincide con datos de la CNBV, que informa que al mes de enero la cartera vencida de los créditos personales se incrementó en 22 por ciento, mientras que en nómina fue de 13.5 por ciento y en tarjetas de crédito de 7.5 por ciento.
Prada advirtió que el panorama en el deterioro de los financiamientos depende directamente del entorno económico, por lo que una desaceleración económica en el país, desempleo, mayor inflación y otras variables afectarán el índice de morosidad de los bancos.
“Según nuestros cálculos, el índice de morosidad que tenemos registrado al cierre de 2017 debe ser mayor al 4.5 por ciento, superior al 4.2 por ciento que registró a inicios de este año”, sostuvo.
La Comisión Nacional para la Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda evaluar la oferta crediticia, comparar y analizar los términos y condiciones, a fin de evitar pagar más por un mismo monto de crédito.