Entre el 90 y 95 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de México tradicionalmente ya está comprometido en gastos ineludibles, como pago de pensiones, intereses de la deuda o participaciones a los estados, de acuerdo con especialistas.
Así, para enfrentar el impacto de la pandemia de Covid-19 en la economía, la salud y la educación en 2022, México dispondrá sólo del 5 o 10 por ciento restante del PEF; es decir, 335 mil millones y 670 mil millones de pesos de los casi 6.7 billones de pesos del gasto neto estimado para el año próximo.
En entrevista con La Razón, expertos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) y del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) consideraron que el PEF de 2022 deber ser el de la recuperación de la pandemia.
Sin embargo, ante el compromiso del Gobierno federal de no incrementar o crear impuestos, estimaron que la miscelánea fiscal que se propondrá el 9 de septiembre próximo como parte del paquete económico de 2022, con la cual se estima obtener 200 mil millones de pesos o 1.0 por ciento del PIB, será insuficiente para compensar el reducido espacio fiscal del presupuesto.
Las alternativas que quedan para aumentar los ingresos y disponer de mayores recursos presupuestables para brindar servicios a la población, como hospitales, escuelas, carreteras, entre otros, son recurrir a mayor endeudamiento, aplicar recortes al gasto o profundizar las medidas de austeridad aplicadas durante esta administración, opinaron.
La directora de Fortalecimiento Institucional del CIEP, Sunny Villa Juárez, refirió que gran parte del presupuesto federal ya está comprometido porque hay rubros que “sí o sí” tienen que pagarse, como gasto federalizado, aportaciones a la seguridad social, pensiones, deuda pública, organismos autónomos, empresas productivas del Estado y entidades de control directo.
“Si tomamos todos los ingresos que tenemos y le restamos los gastos, nos queda un porcentaje muy pequeñito de todo el presupuesto, hablamos de 2 puntos del PIB, entre 2.2 y 2.4 por ciento del PIB, con eso tendríamos que ejercer toda la política pública que se requiera desde el nivel federal”, agregó.
Así, el espacio fiscal del PEF, que es la diferencia entre los ingresos y los gastos comprometidos, que discuten los legisladores como parte del paquete económico, oscila entre 5 y 10 por ciento del total, agregó en entrevista.
Calificó como preocupante que este Gobierno no vaya a impulsar una reforma fiscal y sólo presente una miscelánea para 2022, con la cual estima obtener 200 mil millones de pesos adicionales equivalentes a 1.0 por ciento del PIB mediante simplificación administrativa y combate a la informalidad.
Villa Juárez dijo que, si bien es una buena señal combatir la informalidad, los recursos que se estiman obtener con la miscelánea fiscal “no creemos que sea suficiente” para atender las prioridades del país tras el impacto de la pandemia, como mejorar los servicios de salud y educativos.
Precriterios
La Secretaría de Hacienda presentó el marco macroeconómico previsto para el siguiente año, en el que ve buenas expectativas.
Por su parte, el vicepresidente de Fiscal del IMCP, Héctor Amaya Estrella, apuntó que, según lo que ha adelantado hasta ahora por autoridades hacendarias, para el paquete económico de 2022 no habrá una propuesta de reforma fiscal, ni aumento ni nuevos impuestos.
Lo que se propondrá, agregó, es una miscelánea fiscal con la cual se pretende aumentar las facultades fiscalizadoras del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y se creará un “régimen de confianza” con el que se proyecta aumentar la base de contribuyentes entre 20 y 30 por ciento, unos 23 millones adicionales, aproximadamente.
No obstante, el Gobierno federal tiene grandes compromisos para la segunda mitad del sexenio en materia de pensiones, salud, educación y seguridad, además de gastos ya pactados para sus programas sociales y de infraestructura, refirió.
Subrayó que la miscelánea fiscal que se proponga debe no sólo aumentar la recaudación, sino también impulsar la reactivación de la economía, entonces se tendría que recurrir a endeudamiento o recortes al gasto para que el PEF pueda cumplir con sus objetivos.
“Éste es el momento más importante, no debe dejar ir la administración federal pública para tener una reactivación económica, es el momento, si no lo hace ahorita, el tiempo no sería suficiente; tenemos que saber reactivarnos, regresar a la nueva normalidad y poder tener incentivos en materia económica para que México pueda volver a los buenos resultados”, destacó Amaya Estrella.