Mientras que en los primeros ocho meses del año la actividad industrial creció 3.2 por ciento, siendo la más destacada la de manufacturas que elevó su producción en 5.3 por ciento; la electricidad, gas y agua, 3.1 por ciento, y la minería 0.8 por ciento, la industria de la construcción decreció 0.5 por ciento, luego de que el Gobierno federal y el sector privado no han acelerado las inversiones en el sector.
De acuerco con la Confederación de Camaras Industriales (Concamin), lo anterior significa una mala noticia para un sector que es indispensable para el crecimiento económico del país.
Apuntó que el Gobierno otorga las grandes obras de infraestructura —Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, el Corredor Transístmico— al Ejército Mexicano, lo cual afecta a cientos de trabajadores de la industria de la construcción y, por ende, al mismo sector, porque se encuentra en condiciones de desventaja.
José Abugaber, presidente de la Concamin señaló que, por ejemplo, si la venta de autos en México va al alza, entonces la infraestructura en carreteras, calles y avenidas debe crecer de manera paralela.
Refirió que, de acuerdo con información del Insituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en octubre de 2022 la venta de vehículos nuevos alcanzó las 91 mil 101 unidades, lo que representó un crecimiento del 18.9 por ciento respecto a las comercializadas el mismo mes del año pasado, con 76 mil 640 coches.
Si las obras del Gobierno se hubieran puesto en manos de este sector, la derrama económica hubiera sido más importante y habría permitido generar miles de empleosJosé Abugaber<br>Presidente de Concamin
“Todo debe ir en equilibrio. Si la venta de autos en el país crece, quiere decir que a la gente le va bien, pero para transitar se requieren más carreteras, calles y avenidas en todo el país, así como darle mantenimiento a las que ya existen, y todo ese requiere mayor inversión”, destacó.
El presidente de la Concamin sostuvo que la administración federal sólo invierte alrededor del 2.0 por ciento del PIB en infraestructura, cuando tendría que ser de al menos el 5.0 por ciento para que cumpla con uno de sus propósitos principales: la creación de empleos.