El consumo privado de las familias y empresas en México aumentó 0.1 por ciento en junio, un ligero avance impulsado por la compra de bienes y servicios de origen nacional que frenó la mala racha de los dos meses anteriores.
De acuerdo con el Indicador Mensual de Consumo Privado, divulgado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el consumo de bienes y servicios de origen nacional creció 0.3 por ciento. Al interior el gasto de bienes aumentó 0.6 por ciento; mientras que el de servicios fue 0.1 por ciento mayor respecto a mayo pasado.
De manera detallada, los mexicanos gastaron 13.7 por ciento más en bienes duraderos nacionales; mientras que el consumo de productos semiduraderos y no duraderos se redujo 3.2 y 1.9 por ciento, respectivamente en junio.
En tanto, el gasto de bienes de origen importado cayó 1.2 por ciento en el sexto mes del año. En específico, el consumo de los productos duraderos bajó 1.0 por ciento, pero al contrario, la adquisición de bienes semiduraderos aumentó 14.2 por ciento respecto al mes previo.
A tasa anual y con series desestacionalizadas, el Inegi indicó que el consumo privado creció 2.5 por ciento en junio de este año. A su interior, el gasto en bienes de origen importado subió 10.1 por ciento y en bienes y servicios nacionales, 1.4 por ciento, pero en específico la compra de bienes nacionales se incrementó 2.0 por ciento y en servicios el aumento fue de sólo 0.8 por ciento.
Ante este panorama, analistas de Bx+ consideraron que el modesto rebote en el consumo de los hogares posiblemente fue reflejo de la mayor confianza en el consumidor y la llegada de remesas, que en conjunto compensaron la marginal alza en la tasa de desempleo (2.7 por ciento) y el crecimiento de 4.88 por ciento en la inflación.
Por su parte, Grupo Financiero Banco BASE señaló que con los datos de junio, durante el primer semestre del año, el consumo privado acumuló un crecimiento anual de 3.41 por ciento, muy por debajo del dinamismo observado para el mismo periodo, pero del 2022 y 2023 de 5.62 y 5.07 por ciento, respectivamente. “Destaca que el consumo de origen nacional se ubicó por encima de lo registrado en 2023”.
Indicó que lo anterior pone en evidencia la debilidad del gasto en bienes y servicios de los mexicanos. Ante esto, Ve por más sostuvo que en la segunda mitad del año, el consumo perderá fuerza con mayor claridad, ya que algunos factores que le dieron cierto impulso en el primer, comenzarán a disiparse.
“La desaceleración económica enfriará la creación de empleo, la confianza, y la captación de remesas. Además, la inflación y la tasa de interés permanecerán elevadas, afectando el poder adquisitivo y el acceso al crédito, cada una”, destacó.
