Natura es la segunda empresa más importante de venta directa en México, con más de 330 mil consultores representantes de la firma, registrando un crecimiento de alrededor del 65 por ciento respecto a 2020, antes de la pandemia de Covid-19.
La clave de esto, señala Hans Warner, director general de la firma en el país, es la responsabilidad, la actitud, el orgullo y la pasión que se le inyecta a la compañía en cada decisión, plan o proyecto; no obstante, destaca como fortaleza la confianza que le transmite a sus trabajadores, a sus colaboradores, a su equipo.
En entrevista con La Razón, destaca que el ADN de Natura es ser una empresa que cumple lo que promete, que busca el bienestar de sus trabajadores, aliados, consultores y que además lo “hace ser una mejor persona y mejor ciudadano”.
El valor del directivo es la sumatoria de las habilidades y del conocimiento, pero ese valor personal no solamente está configurado por esa suma, sino que está multiplicado por la actitudHans Werner <br>Director de Natura México
No obstante, reconoce que, al ser una empresa de origen brasileño, donde el corporativo está fuera de México, se ha enfrentado a la ardua tarea de tomar las mejores decisiones siempre en beneficio de los trabajadores y de su organización.
¿Qué significa para usted estar al frente de Natura México? Orgullo y responsabilidad. La responsabilidad, porque México es el segundo país más importante que Natura tiene en esta parte del Continente. Estar a cargo de un país, de una operación y de un equipo con tanta relevancia después de Brasil, me llena de una gran responsabilidad.
Es una responsabilidad no solamente por este tema, sino también por mi equipo, responsabilidad con los líderes, con los consultores y con la sociedad, ya que somos una compañía que llega y toca a más de 300 mil personas, que comercializa el producto, que promueve el bienestar, responsabilidad por todo lo que hacemos; desde el impacto ambiental, la generación de riquezas del negocio, el bienestar del colaborador; todo es una gran responsabilidad. Y orgullo, porque tengo la oportunidad de trabajar en una compañía que sí cumple lo que promete, que me hace sentir y me hace ser un mejor ciudadano.
¿Es difícil dirigir a la compañía? Desde el año pasado tenemos el segundo lugar en venta directa en el mercado de cosméticos, fragancias y cuidado personal. Viene a mi mente una expresión que es la ‘soledad de la cumbre’. Tener una responsabilidad de una firma como Natura en un país como México es muy relevante. Teniendo mi corporativo en Brasil y Argentina yo no tengo con quien discutir las ideas que surgen, entonces en la ‘soledad de la cumbre’ es difícil; sin embargo, este peso uno lo termina compensando con otras cosas: una es tener un equipo muy fuerte, muy comprometido, muy alineado a las creencias y muy alineado a un propósito que el mismo equipo construye, también al corporativo, que aunque está a distancia está siempre para apoyar. Entonces esta responsabilidad cuando viene acompañada de un orgullo, se sobrelleva mejor.
¿Una empresa de venta directa se maneja igual que otras? Existen tres motivos por los cuales yo creo que no es lo mismo: primero, porque en este negocio el índice de innovación es fundamental, cuando hablamos de venta directa y de belleza, la innovación es un factor crítico; nosotros tenemos un índice que se llama índice de innovación y que dice que el 67 por ciento de nuestros productos que vendemos el día de hoy son productos que lanzamos en los últimos dos años y ¿qué trae con eso en términos de gestión? rotación de producto, lanzar, vender y descontinuar todo el tiempo y con una estructura de entrenamiento muy sólida, de encantamiento de marketing muy sólido, que genere materiales de comunicación constante. Tenemos 17 campañas al año y más del 55 por ciento del producto es nuevo, entonces ese índice de innovación es un factor que nos diferencia de otros negocios.
Otro factor es que es una empresa llena de muchísimas personas, entonces para hacer este trabajo te tiene que gustar hacerlo, si no te gusta tener contacto con la gente entonces éste no es tu trabajo, no es tu negocio, ya que tienes que tener esa facilidad de poder conectar con las personas y que realmente te guste.
Nosotros buscamos un voto triple, por un lado económico, por otro ambiental y por otro el lado social, que los tres pesen por igual, porque solamente teniendo una mesa con tres patas firmes se mantiene en pie, es algo que no he visto en otro tipo de empresas.
¿Cuál es la clave del éxito de Natura? La innovación, las relaciones con las personas, con el público, con el consultor, con el líder; la proximidad, sin duda es un factor crítico de éxito; otro puede ser el posicionamiento que tenemos como marca, con los gobiernos, con las personas, con las ONG, los catedráticos, es decir, nuestra reputación corporativa.
¿Qué valores tiene Hans y que le inyecta a su organización? Yo creo que hay una palabra que es fundamental que es la confianza, tenemos que ser un generador, promotor y creador de confianza, si tu equipo no tiene la confianza para hablarte y expresar sus ideas, estás haciendo muy mal trabajo hasta por el simple hecho de que las ideas no son ni serán tuyas. La misión es promover el ambiente adecuado para que las ideas salgan, porque cuando la gente tiene confianza en compartirte, confiarte o manifestarse, cuando te dicen que no están de acuerdo, ahí es cuando se comienza a construir una compañía de valor.
Es importante darle pista al colaborador donde el error sea celebrarlo y no penalizado, donde para la gente el opinar sea un estímulo y que el jefe lo reconoce y no lo calla, y eso es lo que yo hago, eso es lo que a mí me gusta hacer, ser cómplice de posibles errores, pero que de esos se generen aprendizajes.
¿Qué rutinas tiene el director de Natura? Mi rutina es normal, acomodo mi día en dos grandes bloques: mi bloque de trabajo y mi bloque de Hans papá, que saca al perro, que habla con sus hijos, entonces trato de dividir mi mundo en dos, en donde mis momentos de pensar sean en el auto, en la bañera, en esos trayectos en donde puedo aterrizar lo que he escuchado y además trato todo el tiempo de hablar con las personas, porque ahí está la fuente de inspiración.
Y los fines de semana soy el Hans amigo, que se junta con sus amigos, que le gusta tocar guitarra con un par de amigos que tengo aquí y que busca relajarse.
Pero lo más importante de todo es ser siempre como eres y nunca un impostor, un comportamiento, una imagen o un estilo que no te hace sentir cómodo y que te hace ser diferente, porque vas a sufrir, todos tenemos una marca personal y cuando tú eres más auténtico, sobre todo en el trabajo, vas a fluir más.