Durante 2021 disminuyó en 25.6 por ciento el número de negocios víctima de delitos y se redujo en casi 52 por ciento el costo a consecuencia de la inseguridad respecto a 2019, debido que muchos establecimientos estuvieron cerrados por el confinamiento de la población a causa de la pandemia de COVID-19, destacó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) 2022, durante el año pasado se generaron 2.9 millones de delitos asociados a 1.2 millones de unidades económicas víctima; estas cifras son menores en 25.6 y 20.0 por ciento, respectivamente, en comparación con 2019.
En 2021, el costo total a consecuencia de la inseguridad y el delito en unidades económicas representó un monto de 120.2 mil millones de pesos, es decir, 0.67 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), monto menor en 51.95 por ciento a los 205.2 mil millones de pesos que ascendió en 2019.
Sin embargo, a pesar de la pandemia, se mantuvieron o crecieron aquellos delitos que no requieren contacto directo con las personas, como son la extorsión o el fraude, ya que pueden cometerse por vía telefónica o electrónica.
Además, nivel nacional, se estimó una cifra negra de 91.5 por ciento de los delitos cometidos; en estos, no hubo denuncia o no se inició carpeta de investigación durante 2021.
El director general de Estadísticas de Gobierno, Seguridad Pública y Justicia del Inegi, Oscar Jaimes, precisó que los delitos que tienen mayor cifra negra, porque son los que menos se denuncia, son el secuestro, los actos de corrupción y la extorsión.
Las principales razones para no denunciar, en dos de cada tres causas, son por causas atribuibles a la autoridad, como el miedo a que lo extorsionaran, la pérdida de tiempo, trámites largos y difíciles, la desconfianza en la autoridad o por malas experiencias anteriores.
fgr