El proceso de desinflación en México está costando más de lo esperado, consideró Mapfre Economics.
“La inflación aún tiene retos para regresar a la banda objetivo de las autoridades monetarias (2-4 por ciento). Se prevé que deberá seguir siendo alta, con un promedio de 5.6 por ciento en 2023”, expuso.
En la primera mitad de abril, la inflación en México se desaceleró a 6.24 por ciento anual, luego de que superara el nivel de 8 por ciento meses atrás. Analistas aseguran que aún persisten presiones en la parte de mercancías alimenticias y servicios.
Este martes se da a conocer el dato de todo el mes, el cual se espera que sea de 6.2 por ciento.
Mapfre Economics destacó que el aumento en las tasas de interés para frenar las presiones en precios está pasando factura a la economía. “La política monetaria restrictiva continuará afectando los costos de financiación, al consumo y a la inversión”, expuso en el documento Panorama Económico y Sectorial 2023.
La tasa de referencia del Banco de México está en 11.25 por ciento, el mayor nivel en registro. El consenso del mercado opina que ya llegó a su punto máximo del ciclo alcista y descarta más aumentos en su próxima reunión de política monetaria.
Según el análisis, no se esperan bajadas de inmediato. El banco central, acotó Mapfre, tiene margen para comenzar recortes en el precio del dinero en la segunda parte del 2023, al ritmo de la Reserva Federal. “Por el tema de la estabilidad del tipo de cambio, es improbable que la trayectoria diverja significativamente a la de la Fed”.
¿Recesión en camino?
Mapfre Economics estima que la economía mexicana crecerá 1.2 por ciento este año y 1.5 por ciento el próximo.
“Entre los principales riesgos de corto plazo para la economía mexicana se encuentra una posible recesión en Estados Unidos, que contagiaría a México por vía de sus exportaciones, tanto en el sector automóvil como en el de materiales de construcción”, comentó.
Ppor el lado positivo, señaló, está el nearshoring, un proceso de relocalización de cadenas productivas que, por la integración de la economía mexicana a la de América del Norte, podrá beneficiar al país con el acercamiento de líneas de producción desde el sudeste asiático.