Pasa de $83 mil en 2018 a $103 mil en 2024

Deuda por habitante repunta 23.8% en este sexenio

Especialista explica a La Razón que la inflación y la tasa de interés contribuyeron al aumento de la deuda por persona; investigador del CIEP atañe incremento al desbalance presupuestario que hay desde 2009 y al déficit fiscal

Deuda por habitante repunta 23.8% en este sexenio
Deuda por habitante repunta 23.8% en este sexenio Foto: Cuartoscuro

En los últimos seis años, la deuda pública per cápita en México registró un aumento de 23.8 por ciento en términos reales, esto pese a que la población también registró un crecimiento en los últimos seis años, pues de 2018 a la fecha el monto que debía pagar cada mexicano por los compromisos adquiridos por el Gobierno federal, pasó de 83 mil pesos por persona a 103 mil pesos.

De acuerdo con información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante 2018, el último año de gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, en México se tenía el registro de alrededor de 124 millones 994 mil 566 habitantes, mientras que al cierre del segundo trimestre de ese año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reportó que la deuda total ascendía a más de 10 billones 427 mil 506 millones de pesos, por lo que cada mexicano debía pagar 83 mil 351.46 pesos en términos reales para saldar la deuda pública acumulada hasta ese momento, de acuerdo con estimaciones realizadas por La Razón .

Para este año en el que termina la administración de Andrés Manuel López Obrador, el número de personas que viven en México se actualizó al alza a 129 millones 388 mil 462, de acuerdo con datos del Inegi, mientras que la deuda pública hasta el segundo trimestre del año, asciende a más de 16 billones 030 mil 700 millones de pesos, por lo que ahora cada mexicano debe aportar 103 mil 246.58 pesos en términos reales a la deuda pública.

Es decir, en los últimos seis años, la deuda por mexicano aumentó en 19 mil 895 pesos a consecuencia de varios factores, pero principalmente por el incremento de la inflación general, que en junio de 2018 era de 4.65 por ciento y para el mismo mes de este año había aumentado hasta 4.98 por ciento, con picos que, en 2021 la elevaron a 7.36 por ciento y en 2022 hasta 7.82 por ciento, causando que el Banco de México (Banxico) incrementara a niveles históricos el precio de los intereses. Y es que en junio de 2018 la tasa de interés referencial se ubicaba en 7.75 por ciento, mientras que al sexto mes, pero de 2024, el referencial ya se ubicaba en 11.00 por ciento.

De acuerdo con Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis de Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la UNAM, el principal factor que influyó en el aumento de la deuda fue la inflación, la cual si se incrementa deteriora el poder adquisitivo de la moneda; es decir, el valor real del dinero se reduce y alcanza para comprar menos bienes y servicios.

En entrevista con La Razón, explicó que como el objetivo del Banco de México (Banxico) es mantener la inflación en un rango de 3.0 por ciento más menos un punto porcentual, si ésta comienza a crecer, el banco central sube la tasa de interés para contenerla y al modificar la tasa objetivo la deuda general del país sube.

Gráfico
Gráfico

Para Martínez, a partir de junio de 2022, el Banxico comenzó a incrementar el rédito hasta llegar al máximo de 11.25 por ciento y que se mantuvo hasta marzo de este año, cuando la recortó en 25 puntos base y fue hasta la reunión de política monetaria del pasado 8 de agosto que la Junta de Gobierno del banco central volvió a reducir la tasa en otros 25 puntos base para dejarla en 10.75 por ciento.

Además, dijo que un tercer factor que influyó en el incremento de la deuda per cápita fue el manejo de los compromisos generales del actual gobierno, del cual consideró hizo un trabajo prudente ya que optó por otro tipo de financiamiento, que le permitió no contratar deuda externa directa, pues “si el gobierno hubiera contratado deuda con relación a lo que hicieron otros sexenios, éste sería además, otro elemento a considerar”.

No obstante, Ricardo Cantú, investigador de Ingresos y Deuda del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) aseguró que, además de estos factores, la deuda per cápita se ha elevado debido a que desde el 2009 existe un desbalance presupuestario, lo que quiere decir que el gobierno está gastando más de lo que recauda y esto genera que haya mayor endeudamiento tanto en términos nominales, per cápita y como proporción del Producto Interno Bruto (PIB).

“La tasa de interés influye, pero por una vía indirecta, o sea, en el sentido de que la tasa de interés es parte de los gastos del presupuesto, lo llaman gasto no programable, no podemos programarlo del todo, porque tiene que ver con la tasas de interés que el mercado no determine y también es un gasto ineludible, no podemos dejar de pagarlo, entonces si aumentan las tasas va a aumentar las necesidades de gasto y por lo tanto eso genera un mayor déficit y ese mayor déficit se va a la deuda”, mencionó.

Si aumentan las tasas de interés va a aumentar las necesidades del gasto y por lo tanto eso genera un mayor déficit fiscal y ese mayor déficit se va a la deuda
Ricardo Cantú, Investigador de ingresos y deuda del CIEP

En este sentido, refirió que para este año Hacienda estima que el déficit público cerrará en 5.9 por ciento, el mayor desde 1990, y aunque la dependencia federal asegura que en 2025 éste se reducirá a la mitad, el analista del CIEP señaló que de no reducirse, es poco probable que baje la deuda.

“Tiene muy poco margen de maniobra el Gobierno para disminuir el déficit presupuestario para el próximo año… Se menciona que el déficit fue alto para poder concluir los proyectos prioritarios de esta administración y para 2025 se va a reducir, lo que sucede es que no es suficiente, en el CIEP tenemos que si nosotros reducimos lo que gastamos actualmente en inversiones, el déficit se reduciría de 5.9 a 5.4 por ciento, todavía nos queda 2.4 por ciento del PIB para reducirlo, ¿qué más puede existir? La tasa de interés que está a la baja, eso sí puede ayudar, pero sólo se reduciría en 0.6 por ciento; reduciríamos 5.9 a 4.8 por ciento”, explicó.

Abundó que aún con esto se necesitaría reducir todavía 1.8 por ciento el déficit, por lo que un ataque a la informalidad, ayudaría a que se recaudará 25 por ciento más y de eso se obtendría 0.8 por ciento.