El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que el matrimonio infantil se incrementó en 2020: seis de cada mil niñas de 12 a 14 años se han comprometieron bajo unión libre o se ha casado.
Por la celebración del Día del Niño el próximo 30 de abril, el Inegi también reveló que en el país residen 31.8 millones de niñas y niños de 0 a 14 años, que en términos porcentuales representan 25.3 por ciento de la población total.
La tasa de matrimonio infantil pasó de cinco por cada mil niñas que se registró en 2019 a seis de cada mil hace un año. Por el contrario, la tasa de menores que hablan una lengua indígena se redujo a 12 de cada mil niñas, desde 15 que se registraron hace dos años.
La tasa de matrimonio o unión infantil entre los 12 y los 14 años con alguna limitación o discapacidad se mantuvo en cinco de cada mil niñas.
“La información de los Censos de Población y Vivienda 2010 y 2020, permite distinguir que el matrimonio infantil persiste en México y que la cifra en el caso de las niñas hablantes de alguna lengua indígena actualmente duplica a la nacional (12 frente a 6 por cada mil)”, señaló el Inegi.
El trabajo infantil también repuntó ante la pandemia de Covid-19 y es más prevalente entre los varones que entre las niñas, independientemente del origen étnico o la condición de discapacidad.
Sin embargo, ocurrió con mayor frecuencia entre las y los hablantes de lengua indígena (305 por cada mil niños), seguidos de la niñez afrodescendiente, y en menor grado entre los no hablantes de lengua indígena y los menores de 15 años con alguna discapacidad, según los Censos de Población y Vivienda 2010 y 2020.
Entre otros datos sobresalientes del informe del Inegi indican que 5.4 por ciento de las niñas y niños de 3 a 14 años hablan alguna lengua indígena y 1.7 por ciento de los menores de 15 años de edad son afromexicanos o afrodescendientes.
Otro 87.9 por ciento de las niñas y niños en el país disponen de drenaje, energía eléctrica, agua entubada y piso firme en sus viviendas; este porcentaje es menor para el caso de las niñas y niños en cuyos hogares se habla alguna lengua indígena, con 61 por ciento.