La economía mexicana registró una desaceleración hacia el segundo trimestre del año, luego de que el Producto Interno Bruto (PIB) y el Índice Global de la Actividad Económica (IGAE) crecieron apenas 0.2 por ciento y 0.0 por ciento en términos trimestrales y mensuales.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante los meses de abril a junio el PIB registró un crecimiento de 0.2 por ciento en términos reales, impulsado principalmente por las actividades secundarias o del sector industrial, las cuales registraron una expansión de 0.3 por ciento.
Las actividades primarias o del sector agropecuario retrocedieron 0.2 por ciento en su comparación trimestral; las secundarias o del sector industrial repuntaron 0.3 por ciento; mientras que las de servicios registraron un ligero crecimiento de 0.1 por ciento, todas en su comparación trimestral y con cifras desestacionalizadas.
En su comparación anual, el PIB registró un crecimiento de 1.0 por ciento, impulsado por las actividades terciarias, las cuales crecieron 1.5 por ciento, pero con una caída importante de las actividades primarias, las cuales registraron un retroceso de 2.5 por ciento. En tanto, el sector industrial creció 0.4 por ciento y el de servicios repuntó 1.5 por ciento.
A tasa semestral, la actividad económica repuntó 1.4 por ciento, impactada también por un retroceso de las actividades agropecuarias que cayeron 2.3 por ciento, un crecimiento de las industrias de 1.0 por ciento y un avance de 1.9 por ciento de servicios. De manera detallada, se pudo observar que el sector agropecuario se vio afectado por la sequía, ya que en el segundo trimestre cayó 2.8 por ciento, mientras que, en el semestre, la caída fue de 2.6 por ciento.
Sólo en junio y con cifras desestacionalizadas la actividad económica del país no presentó variación, tuvo un estancamiento, respecto a mayo; no obstante, en su comparación anual registró un aumento de 1.1 por ciento, informó el Inegi, a través del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE).
Las actividades secundarias a tasa mensual crecieron 0.4 por ciento; sin embargo, las actividades terciarias y las de agricultura y ganadería tuvieron una contracción de 0.2 y 0.4 por ciento, respectivamente.
La actividad económica, a tasa anual tuvo un incremento de 1.1 por ciento; los servicios, 1.5 por ciento; la industria, 0.4 por ciento; no obstante, la ganadería y agricultura disminuyeron 2.5 por ciento, respecto de junio de 2023.
Con cifras originales, entre enero y junio, la economía mexicana creció 1.8 respecto al mismo periodo de 2023; sin embargo, las actividades primarias decrecieron 2.7 por ciento; las secundarias y terciarias crecieron 1.4 y 2.3 por ciento, respectivamente.
En el primer semestre, la agricultura tuvo una contracción de 5.1 por ciento; esta caída se originó por la sequía que afectó a gran parte del país; en cambio la ganadería tuvo un crecimiento de 2.1 por ciento. En el sector industrial, la minería decreció 2.7 por ciento, pero la construcción aumentó 10.1 por ciento; los servicios en general crecieron, pero los relacionados con esparcimiento cultural y deportivo cayeron 15.6 por ciento.
Grupo Financiero Bx+ anticipó que la actividad económica, después de los datos de junio, no se acelerará “significativamente” para el segundo semestre de 2024, sólo si el consumo privado y la inversión fija tengan un “dinamismo moderado, aunado a la atonía en el motor externo”.
Inflación sorprende a la baja en 1.a quincena de agosto
La inflación general en México dio un ligero respiro a los bolsillos de los mexicanos, luego de que en la primera quincena de agosto tuvo una disminución de 0.03 por ciento respecto a la quincena anterior. Con este resultado, se ubicó en 5.16 por ciento en los primeros 15 días del mes, sorprendiendo a expertos y analistas.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), en el que mostró que la inflación general cedió por segunda quincena consecutiva debido a que el índice de precios no subyacente bajó 0.46 por ciento a tasa quincenal para ubicarse en 8.80 por ciento, que fue mejor en comparación con el 10.09 por ciento observado en la segunda quincena de julio.
El retroceso de la inflación no subyacente se debe a que los precios de los productos agropecuarios retrocedieron 1.30 por ciento en la quincena para ubicarse en 10.95 por ciento, luego de que desde abril comenzaron a subir a causa de factores como la sequía.
En tanto, los precios de los frutas y verduras, que en los últimos cuatro meses también generaron presión en la inflación general, registraron una caída de 1.30 por ciento quincenal.
Por el contrario, los precios de productos energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron 0.25 por ciento en la quincena y llegó a 6.74 por ciento a tasa anual.
En el mismo periodo, el índice de precios subyacente, que incluye los bienes y servicios cuyos precios son menos volátiles, aumentó 0.10 por ciento a tasa quincenal y 3.98 por ciento respecto a la misma quincena de agosto de 2023.
Pese al incremento su nivel fue menor a la segunda quincena de julio. A su interior, los precios de las mercancías se incrementaron 3.07 por ciento y los de servicios, 5.11 por ciento.
De manera detallada, el Inegi informó que los bienes y servicios cuyos precios ayudaron a que la inflación retrocediera en la primera quincena de agosto fueron: el chayote, con una caída quincenal de 45.7 por ciento; el transporte aéreo, 14.5 por ciento más barato que en la quincena anterior; tomate verde, -9.4 por ciento; chile serrano, -8.4 por ciento; lechuga y col, -7.3 por ciento, jitomate, -4.9 por ciento; gas doméstico LP, -1.9 por ciento; y pollo, -1.3 por ciento.
Por otra parte, los productos que más subieron su costo fueron: el limón, 8.37 por ciento más caro que en la quincena inmediata anterior; la calabacita, 7.38 por ciento; las colegiaturas de preparatorias y universidades, 2.02 y 1.51 por ciento, respectivamente; las electricidad, 1.90 por ciento; el huevo, 1.75 por ciento; y los detergentes, 1.49 por ciento más caros respecto a la segunda quincena de julio.
Además, los datos de esta quincena incluyen la actualización que realizó el Inegi a la canasta de bienes y servicios incluidos en la medición del INPC, la cual pasó de 299 a 292 genéricos. Dicha modificación se debe a que a raíz de la pandemia de Covid-19, el patrón en el consumo de los mexicanos cambió, explicó Jorge Reyes, director general adjunto de Índice de Precios del organismo.