El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) alertó que la inversión, principal fuente de crecimiento económico de México y generador de empleo formal, corre el riesgo de disminuir debido a que las elecciones y el nuevo gobierno retrasarían la creación de condiciones para un entorno de negocios favorable en el país.
En su nota semanal señala que los beneficios que ha traído consigo el nearshoring fueron suficientes para que México se colocara como uno de los 25 países más atractivos para invertir en 2023; no obstante, si no se fortalece rápido el Estado de derecho, existe la posibilidad de que llegue menos nueva Inversión Extranjera Directa (IED).
“Si bien esto marca un entorno favorable para el país, al mismo tiempo podría ser contraproducente, toda vez que esta percepción podría relajar el actuar de las autoridades o retardar, en un contexto de contienda electoral y un próximo nuevo gobierno, el consolidar un entorno de negocios acorde con las necesidades de un sólido Estado de derecho y menor corrupción, inseguridad e impunidad”, destaca.
De acuerdo con el Índice de Estado de Derecho elaborado por el World Justice Project (WJP), que trabaja para promover el Estado de derecho en todo el mundo, en 2023, México se situó en el lugar 116 de 142 países evaluados, lo que significó la pérdida de 24 lugares en lo que va del sexenio.
“Preocupa que, en temas como corrupción y orden y seguridad, el país haya perdido 34 posiciones en el mismo lapso. En materia regulatoria, que es un tema vital para la inversión, se perdieron 16 lugares”, señala.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado explica que para que la economía crezca de forma sostenida por arriba del cuatro por ciento es necesario una inversión equivalente al 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), pero el año pasado ésta fue sólo de 24.9 por ciento.
“La Inversión Extranjera Directa, a pesar de su histórico resultado en 2023 cuando sumó poco más de 36 mil millones de dólares, sólo representó 2.1 por ciento del PIB, su menor porcentaje en los últimos once años”, resalta.
Al respecto, el Monitor Económico de CIAL Insights reveló que de 2019 a 2023, el ritmo de la IED se desaceleró 1.6 por ciento promedio anual, en comparación con los primeros cinco años del sexenio anterior, que dirigía Enrique Peña Nieto. Esto, sostuvo que es una muestra de las grandes dificultades que enfrenta el país para atraer más inversión extranjera.
“En materia de captación de IED, estamos ante el peor sexenio en varias décadas. De las 32 entidades, sólo en once casos vimos un aumento de su inversión extranjera en este sexenio”, destacó el Monitor Económico de CIAL Insights.
Es importante señalar que, de acuerdo con la agencia Kearney, en 2023, sólo 13 por ciento de la inversión fue nueva en el país; mientras que más de 70 por ciento se trató de reinversión. Asimismo, conforme al Índice de Confianza de IED, se considera que México va a ser de los países con mayor captación de inversión extranjera.
En este sentido, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado refiere que sucesos mundiales como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la política estadounidense “Make America Great Again” que fomentaba el regreso de empresas ubicadas en Asia, así como la pandemia por Covid-19, “llevaron a los países a considerar el tema de relocalización o nearshoring como la mejor alternativa para enfrentar los problemas ocasionados por los eventos mencionados”.
En el caso de México, sostiene que reducir los costos de transporte, limitar los cortes de suministro de insumos, los menores costos de producción y su cercanía con el mercado estadounidense colocaron al país “en una situación privilegiada como uno de los países objetivo para dirigir la inversión”.
No obstante, menciona que sin importar el origen de la inversión, ya sea privada o pública, es fundamental tener un “ambiente de negocios que sea lo suficientemente atractivo y seguro para los inversionistas y emprendedores”.
“Los beneficios que se aprecian del nearshoring por sí mismo, han contribuido a compensar significativamente la percepción sobre los efectos negativos de los factores que señalamos previamente. Esto es excepcional puesto que las empresas que intentan relocalizarse podrían estar considerando que tan solo el hecho de instalarse en el país sería mucho más rentable que enfrentar los costos de la inseguridad o la violencia, que no son temas menores”, agrega el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado .