Luego del anuncio del decreto por parte del Gobierno de México para prohibir el maíz transgénico, el gobierno de Estados Unidos se declaró “decepcionado”, ya que aseguró se dio marcha atrás a un plazo para prohibir el maíz modificado genéticamente para consumo animal y uso industrial y mantuvo sus planes de prohibir el grano transgénico para consumo humano.
En un comunicado, el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, sostuvo que su país cree y se adhiere a un sistema de comercio basado en ciencia y en normas y mantiene su compromiso de evitar perturbaciones en el comercio agrícola bilateral y daños económicos a los productores estadounidenses y mexicanos.
México seguirá prohibiendo el uso de maíz transgénico para consumo humano, como harina, masa o tortilla. Alrededor del 20 por ciento de las importaciones mexicanas de maíz procedentes de Estados Unidos son de maíz blanco para productos alimenticios.
También seguirá adelante con su plan de prohibir las importaciones del herbicida glifosato, con un periodo de transición en vigor hasta el 31 de marzo de 2024.
En una reunión con funcionarios mexicanos en enero, delegados de la oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR por su sigla en inglés) dijeron que estaban considerando tomar medidas en virtud del acuerdo comercial de América del Norte (TMEC) sobre la disputa, que amenaza un comercio de miles de millones de dólares.
"Estamos revisando cuidadosamente los detalles del nuevo decreto y tenemos la intención de trabajar con USTR para asegurar que nuestro compromiso basado en la ciencia y las reglas se mantenga firme", agregó Vilsack el martes.
La Secretaría de Economía de México dijo el lunes que quedaba eliminada la fecha de enero de 2024 para poner fin a las importaciones de maíz transgénico para alimentar ganado. El país compra anualmente a Estados Unidos unas 17 millones de toneladas del grano genéticamente modificado, principalmente para consumo animal.
Con información de Reuters.
JVR