El Gobierno de Estados Unidos (EU) solicitó, a través de la Oficina de la Representante Comercial (USTR, por sus siglas en inglés), un panel arbitral de solución de controversias contra México, al amparo del T-MEC, por las diferencias en torno al maíz genéticamente modificado.
El desacuerdo entre ambas naciones surgió luego de que el Gobierno mexicano prohibiera la importación del alimento transgénico.
Para la administración estadounidense, la falta de justificación científica para esta medida contradice las disposiciones del Tratado entre México, EU y Canadá (T-MEC).
En respuesta, la Secretaría de Economía (SE) aseguró que “México no coincide con la posición de EU”.
Estamos preparados
Ayer, la dependencia federal que encabeza Raquel Buenrostro fue notificada formalmente por la USTR sobre su intención de dirimir, a través del panel arbitral del capítulo 31 del T-MEC (solución de controversias), las diferencias entre ambos gobiernos en torno a la regulación mexicana del maíz genéticamente modificado.
En un comunicado, la SE aseguró que se encuentra preparada para defender la posición mexicana ante este panel internacional y demostrar que la regulación nacional es consistente con los compromisos suscritos en el tratado.
La defensa de México, dijo, contará con el respaldo de diversas dependencias, tales como la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
La SE estima que la decisión final del panel se dará hasta 2024; sin embargo, analistas consideran que puede ser hasta la próxima administración.
Ven derrota
Para el Gobierno de Estados Unidos resultó improcedente e inaceptable que México cerrará sus fronteras a la importación de maíz amarillo, sólo por razones ideológicas y no científicas, consideraron analistas.
Advirtieron que es evidente que el fallo del panel que solicitó la USTR será favorable al vecino país del norte, con “graves” consecuencias para la economía nacional. “Es casi seguro que México lleva las de perder en este panel, porque no ha presentado los argumentos científicos”, sentenció la directora general del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Valeria Moy.
Coincidió el director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), Juan Carlos Anaya, en el sentido de que México perderá el panel y Estados Unidos tomará represalias comerciales contra productos mexicanos en detrimento de la economía nacional.
El monto económico de las represalias serán equivalentes al daño que la prohibición haya causado a los exportadores de maíz amarillo estadounidense, “por lo que serán cuantiosas en contra de diversos sectores productivos del país”, dijo.
Anaya precisó que, en 2018, cuando finalizó la pasada administración, la importación de México de maíz amarillo fue de 15.9 millones de toneladas y para 2022 subió a 16.6 millones. De éstas, más de 90 por ciento viene de EU.
La historia. El 31 de diciembre del 2020, el Gobierno publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto por el que se estableció la revocación y abstención de otorgamiento de permisos para uso del grano de maíz genéticamente modificado y el glifosato en México, prohibiendo su importación.
El argumento fue que el uso de glifosato y de los agroquímicos que lo contienen, genera efectos nocivos para la salud. Por lo anterior, EU envió, el 30 de enero de este año, una solicitud formal a México bajo el capítulo 9 del T-MEC para que explicara las razones para la implementación de dichas medidas restrictivas. En respuesta, la administración federal modificó el decreto publicado el 31 de diciembre de 2020, y se sustituyeron sus disposiciones por un nuevo decreto publicado en el DOF el 13 de febrero del 2023. El nuevo documento acota la prohibición a las importaciones de maíz transgénico destinado al consumo humano, excluyendo el destinado al consumo pecuario e industrial.
fgr
