El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) manifestó que la inconformidad del Gobierno federal con el Banco de México (Banxico) por no entregar remanente de operación del 2020 atenta contra su autonomía y puede mandar un mensaje de que se busca que siga determinaciones políticas.
Externó que el permitir la vinculación de los requerimientos de financiamiento del sector público a la operación técnica del Banxico para forzar la generación de remanentes de operación sería un retroceso, además de que tendría un impacto negativo sobre las expectativas de inversión y sobre la estabilidad macroeconómica del país.
“Dicho impacto va más allá de consideraciones técnicas, ya que afectaría las posibilidades de generar un crecimiento económico más inclusivo y de promover condiciones para un mayor bienestar de los mexicanos. Existe sólida evidencia internacional de que los bancos centrales autónomos del poder ejecutivo cumplen mejor con la meta de la estabilidad de precios”, señaló el IMEF en un comunicado.
El instituto sostuvo que el banco central ha jugado un papel muy relevante en la forma en como se viven las recesiones, como la que pasó el país el año pasado por el Covid-19. Recordó que, aunque la economía se contrajo 8.5 por ciento en 2020, el tipo de cambio se depreció menos de 6.0 por ciento y la inflación terminó el año en 3.15 por ciento.
En las crisis en los ochenta y noventa, comentó, las depreciaciones cambiarias fueron de más de 100 por ciento, con una inflación anual que rebasó 50 por ciento; mientras que en 1995 más del 90 por ciento de los bancos quebraron.
“Consideramos que este resultado se debe principalmente a la autonomía del Banco de México y la adopción de un régimen de tipo de cambio flexible. Su independencia constituye un patrimonio para la estabilidad económica de nuestro país y por tal razón debe prevalecer. El manejo monetario debe estar blindado de los vaivenes de los tiempos electorales e intereses políticos”, anotó.