Por decisión unánime, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos aumentó ayer en 75 puntos base su tasa de referencia, su segunda alza consecutiva en esa magnitud ya descontada por el mercado, con lo que ahora se ubica en un rango entre 2.25 y 2.50 por ciento, en un esfuerzo por enfriar el brote de inflación más intenso desde la década de 1980.
Con la decisión de la Fed, aumenta la probabilidad de que el Banco de México (Banxico) le siga los pasos para tratar de frenar la alta inflación en el país y decida elevar la tasa objetivo también en 75 puntos base en reunión de política monetaria del 11 de agosto próximo, con lo que se llegaría a 8.5 por ciento, un nivel máximo histórico.
La inflación anual en México se elevó a 8.16 por ciento en la primera quincena de julio del 2022, su mayor nivel desde la primera quincena de enero del 2001, presionada sobre todo por las mercancías alimenticias, con lo que suma 33 quincenas por arriba de la meta.
Hasta ahora, el mayor nivel de la tasa de referencia en México es de 8.25 por ciento, en diciembre de 2018 y se mantuvo así hasta agosto de 2019.
En su anuncio de política monetaria de ayer, el banco central de Estados Unidos señaló que los indicadores recientes de gasto y producción se han suavizado, pero con aumentos de empleo fuertes y una tasa de desempleo baja.
No obstante, agregó, la inflación sigue elevada, en 9.1 por ciento en junio de 2022, su mayor nivel desde 1981, como consecuencia del desequilibrio entre oferta y demanda relacionados con la pandemia, los aumentos de precios de los alimentos y energéticos, así como las presiones generales sobre los precios.
Además de que la guerra en Ucrania está creando presión adicional sobre la inflación y afectando la actividad económica mundial, estimó.
“La inflación sigue siendo elevada, lo que refleja los desequilibrios de la oferta y la demanda relacionados con la pandemia, el aumento de los precios de los alimentos y la energía, y las presiones más generales sobre los precios”, dijo el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), encargado de fijar las tasas, al elevarlas a un rango entre 2.25 y 2.50 por ciento en una votación unánime.
El FOMC añadió que sigue “muy atento” a los riesgos de inflación, ya que está fuertemente comprometido con que regrese al 2.0 por ciento, para lo cual más ajustes en las tasas de interés serán apropiados y está preparado para ajustar su postura monetaria como sea requerido para lograr sus metas.
En conferencia de prensa posterior, el presidente de la Fed, Jerome Powell, también subrayó que es “esencial” reducir la inflación.
Para ello, dijo, es posible que exista otra decisión de alza de la misma magnitud o una “inusualmente grande” (100 puntos base) podría ser apropiada en su próxima reunión de septiembre si las presiones sobre los precios no han disminuido lo suficiente.
No obstante, también mencionó que sería apropiado frenar los incrementos en las tasas en algún momento.
El banquero central de Estados Unidos insistió en que la economía goza de una fortaleza subyacente.
“No creo que Estados Unidos esté actualmente en recesión”, dijo, mencionando que el desempleo sigue estando cerca de un mínimo de medio siglo, y que hay un sólido crecimiento salarial y un aumento del empleo.
“No tendría sentido que Estados Unidos estuviera en recesión”, expresó Jerome Powell.
A pesar de ello, reducir la inflación hasta el objetivo “probablemente implique un periodo de crecimiento económico por debajo de la tendencia, y un cierto debilitamiento de las condiciones del mercado laboral, pero estos resultados son probablemente necesarios para restablecer la estabilidad de los precios y sentar las bases para lograr el máximo empleo y la estabilidad de los precios a largo plazo”.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos cayó a una tasa anualizada del 1.6 por ciento de enero a marzo, según su tercera y última revisión, lo que eleva temores de una recesión en el principal socio comercial de México.
FMI ve alza de precios mayor a los 400 pb en 2022
El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que debido a los niveles de inflación observa dos en este momento, estima que a finales de este año el indicador continuará por encima del límite superior de los rangos fijados en los bancos centrales de las principales economías de América Latina, en cerca de 400 puntos base.
En un informe, el organismo internacional sostuvo que en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú se mantendrán al cierre del año fuera del objetivo, mientras que para el próximo año se mantendrá en esa posición durante una parte del año que viene.
Explicó que como en otras partes del mundo, es probable que las presiones de precios permanezcan elevadas por algún tiempo en la región latinoamericana, por lo que el pronóstico del FMI respecto a la inflación se ubicó en 12.1 por ciento para 2022 y 8.7 por ciento en 2023, cifras muy elevadas no vistas en los últimos 25 años.
De igual forma señaló que hacia adelante los retos para un mayor debilitamiento de las monedas —especialmente si las condiciones financieras mundiales se tornan más restrictivas— y el aumento de las presiones salariales, sumados a los mecanismos de indexación presentes en algunos países, podrían generar nuevas presiones inflacionarias.
