El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que para el cierre de este año la deuda del Gobierno mexicano se ubique en 65.5 por ciento con respecto al Producto Interno Bruto (PIB), lo que sería su nivel más alto al menos en la última década.
Por medio del reporte “Monitor Fiscal”, el FMI indicó que al inicio del actual sexenio la deuda representaba 53.7 por ciento del PIB; mientras que para 2024 calculó que esté en 65 por ciento, siendo un año después su punto más bajo, de 64.9 por ciento.
De acuerdo con Vitor Gaspar, director de asuntos fiscales del FMI, en general todos los países registran un incremento en su deuda pública, pues tomaron medidas para hacer frente a la crisis por COVID-19; sin embargo, cabe recordar que México no destinó recursos fiscales importantes para no incrementar el endeudamiento.
A nivel mundial, la deuda se incrementará a 98.7 por ciento, desde 83 por ciento que se registró al cierre del año pasado.
“La política fiscal fue de suma importancia para mitigar el impacto de Covid-19 sobre la actividad económica y las evoluciones del mercado financiero que protege la vida y el sustento de la gente”, mencionó Vitor Gaspar.
Sostuvo que hacia 2025 la deuda pública tendrá un mejor comportamiento, pues se podría comenzar con la recuperación económica. En la etapa post COVID-19, dijo el directivo del FMI, los países tendrán que enfrentar los elevados niveles de deuda, el aumento de la desigualdad y el desempleo.
Por ello, el FMI recomendó a los países con limitado espacio fiscal que protejan la inversión pública y los apoyos a la población más vulnerable; al mismo tiempo, sugirió que se debe aumentar, de forma progresiva, la tributación.
“Una cosa es el anuncio de una política tributaria y otra su ejecución. La implementación de las políticas tributarias dependerán de la evolución de la pandemia”, manifestó el director director de asuntos fiscales del FMI, a la vez que mencionó que los países deben seguir, en la medida de lo posible, con los apoyos fiscales y monetarios.
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