El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la senda económica que se tiene por delante sigue siendo difícil y propensa a reveses, aún cuando se avista una solución médica a la crisis con los recientes progresos en el desarrollo de vacunas contra el COVID-19.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, consideró que se deben mantener medidas de política decisivas para luchar contra la incertidumbre que persiste, cuyo éxito depende de que se actúe con rapidez y de que se hagamos mancomunadamente.
Las prioridades son tres: poner fin a la crisis sanitaria, reforzar el puente económico hacia la recuperación y construir las bases de una economía mejor para el siglo XXI, opinó en un reporte publicado en el blog del FMI “Diálogo a Fondo”.
Destacó que Los países han empezado a salir del pozo de la crisis de la COVID-19, pero el rebrote de contagios en muchas economías muestra lo difícil e incierto que será el ascenso.
La buena noticia, dijo, es el importante progreso en el desarrollo de vacunas. “Aunque con muchas reservas, estos avances avivan las esperanzas de derrotar al virus, que se ha cobrado más de un millón de vidas y ha provocado la pérdida de decenas de millones de empleos”, agregó.
Georgieva acotó que las noticias no tan buenas es la gravedad de la pandemia y sus negativas repercusiones económicas.
En octubre pasado, recordó, el FMI proyectó una histórica contracción del Producto Interno Bruto (PIB) mundial de 4.4 por ciento en 2020 y espera una recuperación parcial y desigual el próximo año, con un crecimiento de 5.2 por ciento.
Resaltó que los datos recabados desde las últimas proyecciones del organismo internacional confirman recuperación mundial ha continuado, ya que en muchas economías, entre ellas Estados Unidos, Japón y la zona del euro, la actividad económica en el tercer trimestre resultó mejor de lo esperado.
No obstante, los datos más recientes sobre sectores de servicios que requieren un contacto intensivo apuntan una desaceleración del ímpetu en las economías donde está resurgiendo la pandemia, preció.
“En otras palabras, aun cuando se avista una solución médica a la crisis, la senda económica que tenemos por delante sigue siendo difícil y propensa a reveses”, dijo la directora gerente del FMI.
Por el lado positivo, destacó, una contención del virus más rápida de lo esperado o el desarrollo de mejores tratamientos permitirían volver con mayor rapidez a la actividad normal, limitarían las secuelas económicas a más largo plazo e impulsarían el crecimiento.
Por el lado negativo, si los nuevos brotes exigen restricciones más estrictas de la movilidad, o si el desarrollo, la producción y la distribución generalizada de vacunas y tratamientos se retrasan, las medidas de distanciamiento social se prolongarán, anticipó.
Como resultado, el crecimiento será menor, la deuda pública mayor y las cicatrices en el potencial a largo plazo de la economía más graves; “pensemos en el daño que puede causar la pérdida prolongada de empleo sobre el capital humano de los trabajadores”, abundó.
IM