Implementar políticas públicas que beneficien e incentiven el crecimiento económico de México, además de sanear el problema de finanzas públicas con las que cuenta el país, son los retos en materia económica a los que se enfrentará la nueva presidenta que, al cierre de esta edición y con los primeros conteos rápidos, daban como vencedora a Claudia Sheinbaum, señaló James Salazar Salinas, subdirector de Análisis Económico de CI Banco.
En entrevista con La Razón, el experto mencionó que la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia del país debe estar acompañada de medidas que establezcan prioridades en términos de políticas que busquen favorecer el crecimiento y el desarrollo económico, así como contrarrestar el deterioro de las finanzas públicas.
“Va a tener que establecer, otra vez, prioridades en términos de políticas encaminadas a favorecer el crecimiento económico, ése creo que es el gran primer reto; el segundo es la situación de mercado financiero, suponemos que va a estar relativamente ordenado, sería una transición ordenada. El otro inconveniente es finanzas públicas, aquí es muy notorio el deterioro que hemos observado en los últimos tres años”, señaló.
Sobre las finanzas públicas, Salazar Salinas indicó que regresar a los niveles de deuda pública de antes es muy complicado, ya que para lograrlo, “sí o sí, se deberían hacer reducciones de hasta 800 mil millones al gasto público”, impactando en los planes del primer año de gobierno de la próxima presidenta.
“No se podría concretar una reducción, porque serían contracciones que no se observaron ni en tiempos de recesión; por lo que será necesario analizar recortes en el presupuesto, decisión que tendrá efectos negativos en el crecimiento económico, pero si no se hace, también habrá consecuencias perjudiciales en la calificación de riesgo y de margen fiscal, pues el costo financiero seguirá creciendo, aseveró el analista de CI Banco.
James Salazar dijo que el deterioro de la deuda pública como porcentaje del PIB se debió a que durante la Presidencia actual se le dio prioridad a grandes proyectos y a los programas sociales, pero en vez de haber incrementado la recaudación de ingresos como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), ingresos tributarios o los ingresos presupuestarios, lo que se hizo fue extraer ingresos extraordinarios de los fondos petroleros y fideicomisos, por lo que cuando se acabaron dichos recursos en el año 2022, se observó una tendencia de deterioro de las finanzas públicas del país.
“El problema no es tanto la métrica, la deuda está como porcentaje del PIB en México en 50 por ciento, cuando existen países como Japón que (su deuda) tiene cerca de 180 por ciento, o Estados Unidos que también tiene 110 por ciento del PIB. El problema aquí es que un país como México lo que importa es determinar qué tan factible es que puedas incrementar o mejorar tu recaudación y la otra es qué tan eficiente es tu gasto, y parece que en ninguna de las dos fue bueno, ni es bueno para mejorar la recaudación, ni se es bueno, gastándola”, apuntó Salazar Salinas.
Aseveró que a México, en términos económicos, le ha ido muy mal, aunque no ha sido exclusivo de esta administración; no obstante, reconoce que desde antes de la pandemia hubo una contracción del Producto Interno Bruto, lo cual se exacerbó durante la pandemia con una caída de la economía mexicana que llegó a -8.8 por ciento y, por si fuera poco, también fue de las naciones que tardó más en recuperarse de los efectos pospandemia; sin embargo, en administraciones pasadas el promedio de crecimiento era de 2.0 por ciento, aseveró.
México en materia económica. El analista añadió que el margen fiscal actual de México es complejo, ya que en los últimos años de la administración se redujo, lo cual genera un rezago en la posibilidad de que el país logre un crecimiento económico superior; no obstante, aseguró que en los últimos años se observaron cosas positivas que, sin duda, impactaron en el crecimiento económico del país.
No obstante, reconoció que el incremento al salario mínimo fue uno de los principales indicadores positivos que se registraron, así como la creación de empleos, porque “se tradujo en algunas métricas positivas sociales en términos de pobreza”, concluyó.