El financiamiento bancario canalizado a través de tarjetas de crédito, préstamos de nómina y personales, así como al sector automotriz, sigue en ascenso, pese a las tasas de interés históricamente altas que existen en el país.
El monto financiado vía tarjetas de crédito creció 16.8 por ciento en junio de manera anual y en términos reales (considerando inflación), el mayor incremento desde abril del 2008, es decir, en 15 años, dan cuenta las cifras del Banco de México (Banxico).
“Esto nos preocupa, porque las familias mexicanas siguen apalancándose fuertemente, deteriorando sus ahorros y su poder futuro de compra. Asimismo, notamos que el uso de tarjetas de crédito en productos de primera necesidad está aumentando, lo cual es un indicativo negativo sobre la sostenibilidad de los hogares”, señaló Carlos Gómez, especialista de Intercam Banco, en un análisis.
En lo que se refiere al financiamiento automotriz, éste creció 11.6 por ciento, el mayor incremento desde noviembre del 2017, luego de que la industria se vio afectada por escasez de chips y una menor demanda de unidades por el impacto económico que dejó el Covid-19.
“Este avance se debe, en parte, a una demanda rezagada y a la mejor actividad económica”, destacó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
En tanto, el crédito canalizado a través de préstamos de nómina subió 11.1 por ciento, la cifra más alta desde octubre del 2016, mientras que el asignado por medio de financiamientos personales avanzó 7.37 por ciento, el segundo mayor incremento del año.
“¿Cuál sería el problema? Si estos incrementos permanecen vigentes o no se refleja un aumento en el nivel de ingreso de los trabajadores, seguramente va a llegar un punto en el que las personas no van a poder liquidar estos créditos o, en dado caso, enfrentarán las altas tasas de interés existentes, que harían todavía más difícil pagar los créditos en su momento”, comentó Héctor Magaña, profesor del Tec de Monterrey.
En su reporte “Agregados monetarios y actividad financiera en junio del 2023”, Banxico destacó que el crédito al consumo (que incluye todos los rubros anteriores) sigue en ascenso. En junio, el saldo fue 1.30 billones de pesos, 12.6 por ciento más que un año atrás.
En contraste, el financiamiento bancario a las empresas ya se empieza a desacelerar, reflejo del mayor costo para financiarse. Actualmente, la tasa del Banco de México está en 11.25 por ciento, el mayor nivel en registro, lo cual repercute en el precio del dinero del resto del sistema financiero.
El crédito a empresas y personas físicas con actividad empresarial apenas creció 0.9 por ciento en el sexto mes del año, cuando en mayo el avance fue de 1.6 por ciento, casi el doble.
En los primeros tres meses del 2023, el porcentaje de empresas con un crédito bancario disminuyó por cuarto trimestre consecutivo, destacó el Banco de México recientemente.
De enero a marzo, 36.80 por ciento de las unidades económicas registró un tipo de endeudamiento con la banca, la menor cifra desde el periodo abril-junio del 2021, justo cuando empezaron a subir las tasas.
“El mayor costo de financiamiento, aunado a la desaceleración de la inversión privada y un relativo estancamiento de los ingresos empresariales, podría estar conteniendo un mayor dinamismo de esta cartera”, comentó BBVA en un reporte.