El primer año de Beat Tesla en la Ciudad de México estuvo lleno de aprendizajes y experiencias, al iniciar en medio de la pandemia de Covid-19; sin embargo, la firma tiene claro que la movilidad compartida en México sólo puede ser a través de un esquema sostenible, dijo Mauricio López, gerente general Regional de Nuevas Verticales de la marca en Latinoamérica.
Fue en octubre del 2020 cuando Beat, empresa de origen griego, se unió a Tesla, del magnate Elon Musk, para ofrecer el servicio de movilidad con una característica especial: toda su flota es eléctrica. No obstante que el lanzamiento fue retrasado por la crisis sanitaria, Mauricio López destacó que este tiempo lo aprovecharon para complementar su debut en el mercado capitalino.
“Hemos ayudado a no generar cerca de 460 mil kilogramos de emisiones de carbono, realmente es muy poderoso, porque para evitarlo se requerirían más de 75 mil árboles y este impacto en el medio ambiente nos pone contentos. Nos hemos integrado verticalmente para traer al mercado una solución que cubre todos los aspectos de sostenibilidad, seguridad y tecnología”, subrayó el gerente general en entrevista con La Razón.
Con una flota de 120 autos eléctricos que son de su propiedad y 250 conductores, han recorrido la capital acumulando 2.7 millones de kilómetros. Dentro de sus planes a largo plazo está abarcar todo el mercado de la CDMX y después expandirse por otras ciudades del país y América Latina.
¿Cuál fue el principal reto al que enfrentaron al salir al mercado en medio del Covid-19? La pandemia nos impactó y nos sigue impactando, porque sigue muy presente. De hecho, nuestro plan era entrar mucho antes, pero primero observamos cómo se desarrolló la pandemia.
Al final del día somos una marca que prioriza a los consumidores, entonces nos dimos cuenta que no por estar en ese contexto deberíamos retrasar esta solución y transformación de las personas que se mueven en la Ciudad de México.
Más bien nos tocó adaptar esta estrategía y apalancar este modelo de negocio en el que somos dueños de la flota, pero los conductores no tienen una relación laboral con nosotros. Tenemos un esquema de economía colaborativa.
Reto de la movilidad. Para las aplicaciones de transporte como Beat, el confinamiento derivado de la pandemia de Covid-19 se convirtió en un obstáculo difícil de sortear, ya que la movilidad de los usuarios se deprimió; sin embargo, la empresa buscó ofrecerles un servicio que fuera seguro y sostenible.
“Logramos posicionar a los conductores de forma estratégica en la Ciudad de México para asegurarnos que en el momento en que haya polos de demanda tengamos suficiente cobertura, con un promedio de cinco minutos de espera”, ahondó.
¿Han detectado mayor movilidad por el avance en el semáforo? Desde luego. La movilidad a nivel Beat Latinoamérica se encuentra 80 por ciento por encima de lo que se tenía registrado antes de la pandemia; pero el servicio de movilidad compartida sí está por debajo en todas las aplicaciones.
En México claro que fluctúa, porque siempre que había un semáforo rojo lo veíamos traducido en las cifras generales de la plataforma. Ahora en estos últimos meses, con el retorno de colegios hemos visto un mayor flujo de pasajeros. Por esto, hemos utilizado nuestros aspectos tecnológicos para atenderlos mejor.
Desde que lanzamos Beat Tesla, la tasa con la que los nuevos usuarios se registran se ha incrementado en 50 por ciento. No todo lo atribuimos al modelo de innovación que tenemos, desde luego que también es por esta liberación de restricciones de concurrencia y sana distancia.
¿Las estaciones de carga fueron una limitante para ingresar al país? Para lanzar un servicio como éste, el único con una flota de vehículos eléctricos de todas las aplicaciones en América Latina, tuvimos que hacer una inversión en esfuerzo, tiempo y recursos para contar con nuestra propia infraestructura de carga.
Tenemos dos centros de carga con una capacidad aproximada de 500 kilovatios y realmente son fábricas en las que llegan los vehículos, cargan una hora (porque tienen una capacidad de 54 kilovatios en sus baterías), les hacen todo el proceso de limpieza y sanitización, y salen a dar el servicio.
¿Qué metas tienen en el corto plazo? Para cerrar el año pretendemos mantener nuestra flota y conductores, pero evaluamos el expandirnos, porque no sólo hablamos de llevar los autos y los servicios a otra ciudad, sino también en la infraestructura necesaria.
Queremos encontrar las mejores opciones de estaciones de carga y nuestra meta es abarcar todo el mercado de la CDMX y beneficiar a casi todos sus habitantes con este servicio. Todavía vemos un mercado potencial, entonces en 2022 seguiremos enfocados en la CDMX y desde luego otras ciudades de Latinoamérica.