Después de que Instituto Nacional de Estadística y Geografía informara que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en un 7.37 por ciento, su registro más alto desde enero de 2001, los focos rojos en México se encendieron, principalmente entre las amas de casa, quienes en los últimos meses han podido constara una imparable escalada de precios en los distintos productos que forman la canasta básica.
Y es que de acuerdo con Banco Base, el alto nivel de los precios está modificando los niveles de consumo, pues merma el poder adquisitivo de la población y provoca que alcance para comprar menos.
Aunque una inflación como la que reportó el Inegi, podría provocar pánico por enmarcarse en una pandemia por COVID-19 que no cesa, lo mejor es comprenderla para estar preparados y tomar mejores decisiones.
Lo primero es señalar que se trata de un fenómeno económico muy común en nuestros tiempos, principalmente a partir de la Primera Guerra Mundial y más agudo y persistente después del segundo conflicto bélico global.
La inflación remite al aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios de una economía a lo largo del tiempo pero, cabe aclarar que el alza en el precio de un único bien o servicio no se considera como tal.
Es decir: Igual aumenta el precio de víveres, vestido, renta de casa, que el de automóviles, refrigeradores, estufas y también aumentan los salarios.
Para medirla -ante la imposibilidad de dar seguimiento a todos los precios de la economía- se selecciona una canasta con productos representativos que se consumen en los hogares de una sociedad.
Con dicha canasta, así como la importancia relativa de sus productos, se puede establecer el Índice de Precios al Consumidor (que mide cada mes la variación conjunta de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares) cuya variación porcentual ayuda a medir la inflación.
Sobre la inflación, La Razón publicó este viernes que los precios al consumidor mantienen una tendencia alcista, al registrar un aumento de 1.14 por ciento en noviembre del 2021, el mayor que se tiene registrado para dicho mes en 20 años y con lo cual la inflación anual repuntó a 7.37 por ciento, la mayor desde enero de 2001.
¿Qué pasa con nuestro dinero?
La triste noticia es que el valor del dinero baja, por lo que el poder adquisitivo también disminuye.
Un ejemplo: Si antes de que se presentara la inflación, una prenda de vestir costaba 300 pesos - después de un lapso de tiempo con aumentos sostenidos y generalizados- el consumidor ahora tendrá que desembolsar más dinero para adquirir el mismo producto.
¿Cuántos tipos de inflación hay?
- Acumulativa: Se convierte en tal, si al aumentar los precios de bienes y servicios aumentan también sus costos: Costos más altos llevan a precios más altos los cuales terminan pagando el consumidor final.
- Imprevista: Se presenta sin manifestaciones muy claras de su existencia. Tiende a favorecer a deudores y receptores de beneficios, a expensas de acreedores y receptores de ingresos fijos.
- Anticipada: Se refleja en los tipos de interés en el mercado de capitales. Si se espera un aumento de precios del 5% al año, algunos inversionistas pueden pagar 10% (en lugar del 50 %) de interés.
- Galopante: Se caracteriza en que cada aumento de precios señala el camino para un aumento de salarios y de gastos, los cuales, asimismo, estimulan el alza de precios.
Consecuencias de la inflación
Entre las más graves consecuencias de la inflación se encuentran que el valor del ingreso y bienes de los grupos sociales mayoritarios se desploma; el gasto puede aumentar ante el temor de que los precios sigan subiendo, lo que provoca que el incremento de precios se vuelva más rápido (como echar leña al fuego).
Además, las peticiones de aumento salarial se multiplican y los negocios se pueden estancar ante la incertidumbre de los precios.
¿"Amarga Navidad" por alta inflación?
La Secretaría de Economía afirmó este viernes que la alta inflación en México, de 7.37 por ciento en noviembre, su mayor nivel en casi 21 años, no será “una amarga Navidad” para los mexicanos.
De hecho, indicó que autoridades todos los sectores productivos se están coordinando para contenerla y evitar además que la “cuesta de enero” sea pesada.
LRL