Los proyectos emblemáticos del Gobierno federal, entre ellos el Tren Maya, el Corredor Transístmico y la refinería de Dos Bocas, así como las inversiones de Pemex y el turismo en el Caribe, impulsan la actividad económica de la región sur del país, incluso por arriba del norte, que tradicionalmente es la locomotora del desarrollo nacional.
La zona sur sumó cinco trimestres en niveles superiores al resto del país, según el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Regional, muestra el “Reporte sobre las economías regionales” del Banco de México (Banxico).
Tan sólo en el segundo trimestre del año, avanzó 2.4 por ciento frente a los tres meses previos, mientras que el norte se contrajo 0.2 por ciento, en el centro-norte creció 1.2 por ciento y el centro subió 1.1 por ciento.
La región sur se integra por Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, es decir, entidades donde se llevan a cabo proyectos insignia de este Gobierno.
“Para las entidades receptoras de recursos públicos destinados a la construcción de proyectos insignia, prevemos que podrían alcanzar mayores crecimientos durante el presente año”, señaló Citibanamex en el estudio Examen de la situación económica de México”.
Carlos Ramírez, consultor de Integralia, comentó que el crecimiento en el sur es algo positivo, pero puso en duda que sea sostenible, ya que este dinamismo obedece a las obras emblemáticas de este sexenio y el rebote en el sector turismo.
Esto, dijo, llevó a que la construcción pública de esa región creciera 250 por ciento frente a los niveles prepandemia. Para el experto, el problema es que se están olvidando de otras zonas y el escenario que va a quedar una vez que los proyectos en cuestión concluyan.
“Al desempeño positivo de las regiones centrales y sur se anticipa que hayan contribuido algunas actividades terciarias como el comercio. Además, también se habría observado una contribución positiva de las manufacturas y del gasto en construcción, así como, en esta última región, de la minería y de la producción agropecuaria”, argumentó Banxico.
Ejecutivos opinan
Directivos consultados por el banco central comentaron que hubo diversos factores que impulsaron la actividad en esta región.
En manufactura, los ejecutivos que fabrican productos siderúrgicos refirieron que su demanda estuvo apoyada por un mayor consumo de acero para utilizarse en la construcción del Tren Maya y en la infraestructura terrestre y marítima en la zona del corredor Transístmico.
En minería, resaltaron la producción de campos prioritarios y la inversión que realiza Pemex en ellos, sobre todo en los yacimientos nuevos Quesqui, Tupilco Profundo, Ixachi, Esah, Pokche, Xanab y Teca.
Añadieron que, debido a la mayor inversión en campos nuevos, estos se incorporan rápidamente a la producción, por lo que, en su opinión, constituyen el principal factor de impulso a la producción.
En construcción pública destacaron entre los factores de impulso el avance en la construcción del Tren Maya, el cual se desarrolló a un ritmo mayor en relación con trimestre previo, principalmente en los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Adicionalmente, en esta última entidad sobresalieron los avances en la construcción del aeropuerto de Tulum y del puente de la Laguna de Nichupté, en Cancún.
Además, los directivos señalaron, como factores de impulso para la construcción privada, una mayor demanda de vivienda residencial orientada al turismo en Quintana Roo y Oaxaca.
Lo anterior, en respuesta a un mayor interés en la adquisición de propiedades para su arrendamiento mediante plataformas digitales. Por su parte, en Mérida, el segmento residencial mantuvo su tendencia al alza, mientras que en Veracruz reportaron un aumento en la demanda por terrenos urbanizados.
En materia turística, subrayaron el incremento de arribo de cruceros en puertos de la Riviera Maya. Algunos destacaron los “bajos” niveles de inseguridad pública en Yucatán y Campeche como un factor que alienta a que los turistas viajen a estas entidades.