De mayo, junio y julio de 2020 hubo una mejoría acumulada en el empleo de los trabajadores mexicanos inmigrantes en Estados Unidos de 280 mil 937 ocupaciones, impulsando con ello el envío de remesas al país, ingresos que ahora representan 3.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al primer semestre, destacó el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla).
La institución destacó que este avance moderado ya ha implicado un aumento de los niveles de ingreso de ese agregado de trabajadores mexicanos y en alguna medida también de los recursos disponibles para el envío de remesas a sus familiares en México.
Señaló que en el presente año se ha incrementado el porcentaje que los migrantes mexicanos en Estados Unidos envían de su ingreso a sus familiares en México.
Indicó que, en su conjunto, en 2019, los trabajadores inmigrantes de origen mexicano que residen y laboran en Estados Unidos enviaron a sus familiares en México como remesas el 12.7 por ciento de la masa salarial total que generaron en ese país, ingreso que obtuvieron en ese país principalmente como pago por su trabajo.
Por otra parte, una estimación del porcentaje del ingreso enviado como remesas en el primer semestre de 2020, indica que aumentó a 15.8 por ciento, precisó el Cemla en una nota realizada por sus especialistas Jesús A. Cervantes González y Cindy Sánchez Ricardo.
Explicó que este incremento refleja la característica fundamental de las remesas que envían los migrantes mexicanos que es contribuir a compensar la situación de desventaja de ingresos de sus familiares en México.
“Esa situación de desventaja se ha agudizado en 2020, particularmente considerando la fuerte caída de la actividad económica en México que seguramente ha impactado negativamente a las fuentes de ingreso distintos a remesas de los hogares de familiares de migrantes mexicanos que residen en Estados Unidos, añadió.
El Cemla resaltó que en el primer semestre de 2020, aumentó el ingreso de México por remesas medido con relación al tamaño de la economía mexicana.
Así, en 2019, las remesas fueron equivalentes a 2.9 puntos porcentuales del PIB y en el primer semestre de 2020, dicha cifra se incrementó a 3.8 puntos porcentuales.
Ese aumento fue resultado de la combinación de tres factores: el mayor monto de remesas recibidas medidas en dólares corrientes, la fuerte caída del PIB mexicano medido en pesos constantes y la depreciación del peso mexicano con relación al dólar estadounidense con respecto a los niveles que había observado en la primera mitad del año pasado.
Dicha depreciación implicó un mayor aumento porcentual de las remesas medidas en pesos que lo registrado en dólares corrientes, abundó.
JVR