La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) suspendió a Interjet, con efecto inmediato, de su sistema de facturación Bank Settlement Plam (BSP), para el proceso de venta, notificación y remisión de boletos aéreos a través de agencias de viajes, asestándole un duro golpe que se sumó a la crisis que registra la compañía en la cancelación de vuelos por falta de pago en la turbosina.
Por un lado, la organización internacional solicitó a las agencias de viajes suspender todas las actividades de emisión de boletos en nombre de Interjet, incluido el uso de todos los sistemas automatizados para el procesamiento de los reembolsos u otras transacciones.
“Los agentes de viajes del BSP deberán dejar de utilizar inmediatamente el nombre y el código numérico como compañía aérea emisora de billetes de Interjet”, añadió.
Asimismo, explicó que los agentes de viajes del BSP deberán abonar el importe de las liquidaciones pendientes directamente con Interjet. “Todas las liquidaciones pendientes, incluidas ventas y reembolsos pendientes o cualquier transacción futura deberán liquidarse directamente con Interjet”, refiere.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV) la suspensión de la IATA afecta a la emisión de los boletos a través de la misma aerolínea y de los convenios interlineales que tienen o tenían firmados como con Iberia; sin embargo, la venta a través de su página la van a continuar hasta que se recuperen o “hasta que la liga se reviente”.
La AMAV señaló a La Razón que la afectación directa por la decisión del organismo internacional es la reducción de oferta, rutas y frecuencias, lo cual puede ser un efecto negativo; no obstante, si alguna agencia de viajes en México registra pasajeros o grupos afectados por esta aerolínea, sí complicaría al sector.
A lo anterior, se suma la cancelación de vuelos por parte de la compañía, quien de acuerdo con algunos trabajadores, dejará de operar los próximos tres días, con lo cual sumaría en total siete días sin despegar.
Este periodo de suspensión de operaciones es el más largo que ha tenido la compañía desde que comenzó a tener problemas por la compra de combustible. El pasado 2 y 3 de noviembre, la aerolínea canceló sus vuelos, posteriormente, del 28 noviembre al 1 de diciembre, dejó en tierra sus aviones por la misma razón. Ante ello, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) confirmó que hasta este lunes no había registrado ningún prepago por la compra de la turbosina.
- El dato: Empleados de la línea aérea se reunieron con autoridades de la Secretaría de Gobernación para solicitar la requisa de la compañía ante la falta de pago en la que ha caído la compañía.