La inversión en México se ha debilitado porque el Gobierno federal ha promovido que los proyectos insignia sean terminados en tiempo, pero también por el entorno político que prevalece en México, y por la inseguridad pública indicó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Tras el resultado de las elecciones del 2 de junio, y los cambios constitucionales que se pretenden realizar, sobre todo por la reforma judicial, han desencadenado que los principales indicadores económicos se debiliten, lo que refleja una “tendencia a la baja” de la productividad.
Por ejemplo, en junio de 2024, la inversión fija bruta se contrajo 1.0 por ciento respecto de mayo, para el sector privado resultó relevante este cambio porque dos meses atrás, el indicador mostró crecimientos a doble dígito.
“Dado el entorno político, la cautela aumenta notoriamente… lo que se refleja en la debilidad de la inversión y la posibilidad de perder la oportunidad que ofrece el nearshoring”, indicó el CEESP.
El indicador mensual del consumo privado, en junio tuvo un avance de 1.0 por ciento; sin embargo, en su comparación anual creció 2.5 por ciento, lo que de acuerdo con la IP demuestra una tendencia a la baja, refleja menor dinamismo y muestra los efectos de “la incertidumbre política”.
Para el CEESP estos indicadores señalan que el “ambiente de negocios” ha menguado y que la principal preocupación de la IP son los temas que tienen que ver con las decisiones gubernamentales.
