El nearshoring representa una gran oportunidad para que México se convierta en un líder mundial, pero para aprovecharlo se necesita una estrategia de desarrollo regional con visión a largo plazo, en la que se fortalezca la infraestructura del país y para lograrlo se requieren 150 mil millones de pesos adicionales al presupuesto que normalmente se asigna al rubro, aseguró Altagracia Gómez Sierra, asesora económica de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo.
Durante su participación en el Encuentro Nearshoring Talks 2024: Retos del Nuevo Gobierno, organizado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) CDMX, señaló que es cierto que la relocalización es una “oportunidad que viene y no espera”; sin embargo, para hacer que el país crezca entre 4.0 y 5.0 por ciento al año se necesita una planeación “razonable” y una inversión que cumpla con funciones financieras, económicas y de rentabilidad social.
“En esta década, México tiene la oportunidad de convertirse en el líder indiscutible de la nueva forma de globalización con el nearshoring y también de la nueva forma de capitalismo, apostando desde luego por inversiones que impacten positivamente el medioambiente, las comunidades y en términos de gobernanza”, sostuvo.
En este sentido, Altagracia Gómez detalló que debido a que 70 por ciento de la Inversión Extranjera Directa se concentra en siete entidades federativas del norte del país, relegando a la zona sur, la idea que plantea la virtual presidenta electa es que la relocalización “ayude a reducir desigualdades, no aumentarlas” y eso se hará únicamente invirtiendo en infraestructura.
Explicó que por ello se busca impulsar la prosperidad compartida a través de un plan regional basado en cinco pilares: inclusión, innovación, digitalización, sostenibilidad y vocaciones regionales, que en conjunto ayudarán a crecer orgánicamente a México y a su vez se podrá dar acceso a derechos económicos, sociales y culturales a todos los mexicanos.
Esto, al sostener que en el país los planes nacionales de energía, desarrollo social, hídrico y de ordenamiento territorial no están pensados para coincidir en objetivos, presupuesto, tiempo ni seguimiento.
Por ello, la asesora económica y enlace con el sector privado dijo que el gobierno de Claudia Sheinbaum ha diseñado una estrategia nacional de relocalización que se divide en tres ejes: política estratégica, sectores prioritarios e infraestructura estratégica, y en la cual se requiere “echar mano del sector privado”.
“México no debe ser excepción, puede ser líder en una política industrial que haga atractiva las inversiones, que incluya a las personas, que innoven, que sean sostenibles”, mencionó Gómez Sierra. Y destacó que los empresarios tienen mucho que hacer por México, por tal motivo, se ha replanteado un modelo de coinversión público y privada llamado Empresas Mexicanas Estratégicas (Emes).
“Creo que tenemos la fortuna de tener un gran país, que los protagonistas nearshoring serán los empresarios, será la iniciativa privada, todos los que estén aportando con empleos, con inversión al país siéntanse valorados porque son, siéntanse protegidos porque lo estarán y siéntanse apoyados porque nos interesa que les vaya bien”, agregó.