Para el 2023, la industria minera estima una inversión marginalmente menor a la registrada en el año pasado, bajo un entorno de cambios legislativos.
En el 2022, la inyección de capital total ascendió a cinco mil 265 millones de dólares, 9.5 por ciento más que un año antes. Sin embargo, fue 34.5 por ciento menor al máximo alcanzado en el 2012, cuando sumó ocho mil 43 millones.
En su Informe anual 2023, la Cámara Minera de México (Camimex) aseguró que, pese a diversas adversidades que enfrenta el sector como la reforma a la Ley Minera, la pesada carga fiscal y los nulos incentivos para nuevas exploraciones y desarrollo de yacimientos, la inversión será mayor a cinco mil millones de dólares durante el 2023.
Para este año, precisó en su informe, se espera una capitalización por alrededor de cinco mil 210. 6 millones de dólares; es decir, 55.6 millones menos que el año pasado, debido, principalmente, a la reforma a la Ley Minera.
La Camimex reiteró que, a pesar de las adversidades, el sector continúa esforzándose por mantenerse como una de las ramas productivas más importantes.
Sin embargo, afirmó que para que la industria pueda desarrollar su máximo potencial y seguir contribuyendo al desarrollo económico y bienestar de las comunidades mineras, es indispensable garantizar la certidumbre jurídica.
“Por ello, el sector minero mexicano reitera su disposición a continuar el diálogo y colaboración con las autoridades federales y poner a su servicio la experiencia y conocimiento para fortalecer al sector en el desarrollo de las normas y reglamentos conducentes, con el propósito de generar certidumbre para el desarrollo sostenible de la minería”, dijo en su informe.
más al fisco. Asimismo, subrayó que con todo y los resultados adversos, en el 2022, las aportaciones fiscales de la minería fueron mayores que en el 2021, al ascender a 72 mil 924 millones de pesos, lo que significó un incremento de 13.8 por ciento.
Precisó que hay un aumento de 65 por ciento por el pago de los derechos especial y extraordinario, mientras que las aportaciones derivadas del ISR, que representaron 79.6 por ciento del total de los recursos fiscales, presentaron un incremento de 7.1 por ciento.