Los precios de los medicamentos registran su mayor alza desde 2004, lo cual tiene un mayor impacto en el bolsillo de la población de menores ingresos, ya que ésta se ve obligada a destinar más recursos de su gasto a este rubro, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La inflación quincenal anual promedio de los fármacos en lo que va del año (al 15 de agosto) fue de 7.39 por ciento, el mayor nivel para un periodo similar en 19 años, de acuerdo con las cifras publicadas por el instituto.
Desde la segunda mitad de octubre del 2022, el precio de las medicinas registra tasas anuales mayores a 7 por ciento, es decir, de los niveles más altos en las últimas dos décadas.
“La variación anual en los precios de estos productos es persistente, consecuencia de la falta de disponibilidad en el sector público y el encarecimiento general de servicios médicos”, comentó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
Las medicinas también se han visto afectadas por un mayor costo logístico, una demanda creciente después de la pandemia y mayores presiones inflacionarias en general, según especialistas.
Esta situación afecta en mayor medida a la población de menores ingresos. Según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, las familias del país canalizaron 16 mil 320 millones de pesos de forma trimestral durante el año pasado a medicamentos recetados y sin receta, así como material de curación.
Esto representa 1.09 por ciento del gasto corriente monetario de un trimestre a nivel nacional.
Cuando se ve por deciles de ingresos, el uno (menores recursos) se ve obligado a destinar 1.63 por ciento, mientras que el 10 (mayores recursos), apenas 0.95 por ciento de sus erogaciones.
Pega escasez
Esteban tiene 73 años. Padece artritis reumatoide y mensualmente debe ir al IMSS a recoger sus medicamentos. Asegura que cuando no encuentra los fármacos que necesita en la farmacia, entre ellos el metrotexato, en algunos casos, los compra.
Su esposa, María, acude al ISSSTE por el mismo padecimiento. “Seguido no hay celecoxib y, aunque menos frecuente, pregabalina, así es que no queda de otra más que comprarlas, porque luego todo lo quieren solucionar con paracetamol y ácido fólico”, dice.
El sector empresarial reconoce la necesidad de mejorar el sistema de salud, no sólo en temas de infraestructura y servicios, también en medicamentos.
“Es nuestro deber promover, hoy más que nunca, el desarrollo de una mayor cantidad de medicamentos de calidad a precios accesibles que sean fabricados en México. El continuo desarrollo de fármacos debe ser una prioridad para nuestra nación”, dijo Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial, durante la inauguración de la Cuarta Convención Nacional de la Asociación Nacional de Distribuidores y Laboratorios de Medicamentos Genéricos.
De acuerdo con el Inegi, los medicamentos que más subieron de precio fueron los expectorantes y descongestivos, con un aumento quincenal anual promedio de 10.45 por ciento al 15 de agosto; los antigripales, con 9.88 por ciento; los analgésicos, con 9.68 por ciento, y los antiinflamatorios, con 9.01 por ciento.
Se endeudan
Ante la difícil situación que prevalece en la economía nacional, los mexicanos se ven obligados a dar el tarjetazo para adquirir sus medicamentos, de acuerdo con la Unión Nacional Interdisciplinaria de Farmacias, Clínicas y Consultorios.
Datos del Banco de México revelan que en el 2022 se registraron 61.18 millones de operaciones con tarjetas de crédito en farmacias, la cifra representó un aumento anual de 32.41 por ciento.
“Trato de no comprar con tarjeta, pero a veces no hay de otra, sabes que tienes más días para pagarlas, aunque el golpe viene en la fecha de corte”, comenta Laura, que adquiere medicamentos de forma constante para su papá, quien padece de los riñones.
Otro de los fenómenos que padecen los mexicanos son los medicamentos falsificados. Durante la actual administración, el valor del mercado pirata de fármacos se disparó 92 por ciento, al pasar de 16 mil 650 millones de pesos al cierre del 2018 a 32 mil millones de pesos en 2022.
La cifra representa 10.7 por ciento del valor total del mercado farmacéutico mexicano, que ronda en los 300 mil millones de pesos anuales, según estimaciones de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias.
Hay desabasto también de insumos médicos
El desabasto en el país no es solamente de medicamentos, sino también de insumos médicos. En un registro de más de cuatro mil denuncias ciudadanas por desabasto de medicamentos e insumos médicos en los hospitales del país, cerca de mil 500 incluyen quejas por la carencia de suministros en los nosocomios públicos.
Sin embargo, no existe la precisión de que sean las únicas denuncias por la falta de insumos debido a que muchas de ellas se mezclan con las de los medicamentos.
Así lo han documentado diversas asociaciones que se han sumado al registro de Cero Desabasto, impulsado por Nosotrxs, que refiere que en los últimos cuatro años han documentado que, junto con el problema por la falta de medicamentos en el país, los hospitales no cuentan con materiales, aparatos o instrumentos para el diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y hasta prevención de enfermedades.
De acuerdo con dicho registro, a pesar de que México cuenta con equipos médicos que cumplen estándares internacionales, no existe el abasto adecuado.
En muchas ocasiones se les pide a los familiares que lleven desde gasas o algodón hasta catéteres, pero hay otro tipo de materiales que no es viable adquirirlos, sobre todo los que son de apoyo vitalIsrael Rivas, Líder del Movimiento Nacional de la Salud
A este balance de los últimos cuatro años se suman las 620 denuncias que registraron en el primer cuatrimestre de este 2023, que incluye tanto medicamentos como insumos médicos.
Entre las principales carencias, indican los reportes, se encuentran los suministros de laboratorio, suministros para la protección e higiene, material de curación, dispositivos médicos y hasta equipos de apoyo vital, que sirven para situaciones de emergencia o pacientes en condición crítica.
El líder del Movimiento Nacional de la Salud, Israel Rivas, quien principalmente ha denunciado el desabasto de medicamentos oncológicos, sobre todo para el tratamiento de niños, explicó que, al igual que la falta de medicinas, los pacientes que tienen que recurrir a hospitales públicos padecen, además de su enfermedad, la falta del instrumental necesario para ser atendidos.
“Por ello, en muchas ocasiones se les pide a los familiares que lleven desde gasas o algodón hasta catéteres, pero hay otro tipo de materiales que no es viable adquirirlos, sobre todo los que son de apoyo vital”, comentó.
Mencionó que el desabasto de los insumos médicos se hizo más evidente durante la pandemia de Covid-19, cuando incluso se realizaron diversas protestas por parte del personal de instituciones de salud, que salieron a las calles a hacer público un problema que llevan años padeciendo.
“Lo vimos en la Ciudad de México. Cuántas veces hemos encontrado protestas del personal de salud, médicos, enfermeras bloqueando las calles porque no tienen ni con qué trabajar. Durante el Covid no les dieron ni la protección necesaria, en muchos casos; ellos ponen los insumos para tratar a sus pacientes. Así como faltan los medicamentos y no se surten las recetas ni los tratamientos, así también prevalece el problema con el equipamiento médico”, dijo.
El material de Cero Desabasto señala que, durante la actual administración federal, se hicieron cambios en el mecanismo para la adquisición de medicamentos e insumos médicos bajo el argumento de combatir la corrupción; sin embargo, apunta que, de acuerdo con las denuncias, es un problema que no se ha abatido.
Esto no se trata de política o de denuncias contra un gobierno o un partido; aquí es la vida de las personas y nos llegan casos de emergencia todos los días y no tenemos para atenderlosHugo Alvarado, Médico pediatra del Hospital de Balbuena
Establece que, junto con medicinas y materiales básicos de curación o equipamientos, se siguen documentando reportes de desabasto en los que se estima que se presentaron casos de corrupción y la tasa de denuncias relacionadas ha ido en aumento del 2021, que fue de 36.5 por ciento, al 39.3 por ciento en el 2022, y este año representa el 40.8 por ciento.
Médicos adscritos a los servicios de salud de la Ciudad de México señalaron que el problema en los nosocomios locales y los que se coordinan con la Federación alcanza el desabasto no sólo de los insumos más esenciales, sino de hasta equipos como para estudios de radiografías o tomografías.
Un médico pediatra del Hospital de Balbuena, Hugo Alvarado, quien junto con otros profesionales de la salud encabezaron protestas en los meses pasados por la falta de insumos y por las que señalaron como “malas condiciones laborales”, explicó a La Razón que ellos encuentran un problema general en la insuficiencia de materiales y medicamentos.
“Esto no se trata de política o de denuncias contra un gobierno o un partido; aquí es la vida de las personas y nos llegan casos de emergencia todos los días y no tenemos para atenderlos, no tenemos para sacarles las radiografías; cómo lidiamos con eso, cómo hacemos curaciones. Antes la queja era que no había camas; ahora, aunque puedan ser hospitalizados, no hay con qué atenderlos, ésa es nuestra queja”, manifestó.
- Suministros de laboratorio
- Suministros para protección e higiene
- Material de curación
- Dispositivos médicos
- Equipos de apoyo vital para situaciones de emergencia o pacientes en condición crítica