El 41.4 por ciento de los empleos en México presentan un alto riesgo de ser automatizados por tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) y se espera que para el año 2030, 10 por ciento de la población ocupada en el país sea afectada por estos procesos de innovación.
De acuerdo con el informe “El riesgo de automatización en México. Diferencias temporales y generacionales entre las distintas ocupaciones”, realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), entre 2005 y 2020 el número total de personas en ocupaciones de alto riesgo aumentó en 2.7 millones de empleos.
Tan sólo en 2005, los trabajadores agrícolas eran los que corrían mayor riesgo de que sus empleos fueran automatizados, pero desde 2020, las ocupaciones con más peligro de desaparecer son los relacionados con cajeros, cobradores, contadores, empleados de venta, vendedores por teléfono, secretarias, taquígrafos, mecanógrafos, capturistas de datos y operadores de máquinas de oficina, trabajadores de almacén, entre otros.
Aunque el informe de la Cepal, analiza este riesgo hasta el año 2020, sus advertencias ya se comenzaron a ver reflejadas en varios sectores, siendo los trabajadores en archivo y control de almacén y bodega los más afectados, ya que en el segundo trimestre de 2021 había 691 mil personas ocupadas en esta área y para el último trimestre de 2023, la cifra se redujo a 396 mil. Esto representa una contracción laboral de 42.6 por ciento, conforme a datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi),
En segundo lugar, se encuentran los repartidores de mensajería y mercancías a pie y en bicicleta, de los cuales, al segundo trimestre de 2021 habían 153 mil personas en esta ocupación y para el cuarto trimestre del año pasado, apenas alcanzaban 97 mil 400 personas, lo que significa una disminución de plazas del 36.6 por ciento.
En tanto, los empleos de secretarias, taquígrafos, mecanógrafos, capturistas de datos y operadores de máquinas de oficina sumaban 2.27 millones de personas empleadas al segundo trimestre de 2021 y para el último trimestre del 2023 había 1.67 millones de plazas. En total, la fuerza laboral se redujó en 26.4 por ciento, respecto al periodo estudiado.
Los empleos de auxiliares y técnicos en informática y en equipos de comunicaciones y grabación también se redujeron en 23 por ciento en dicho periodo tras la aplicación de procesos automatizados, pasando de 399 mil empleados en el segundo trimestre de 2021 a 307 mil al cuarto trimestre del año pasado.
Mientras que las plazas de ventas y vendedores por teléfono se redujeron 4.1 por ciento, al pasar de 4.2 millones de personas ocupadas a 4.01 millones, en el mismo periodo analizado.
Pese a la implementación de procesos automatizados, personal empleado como contadores, auditores, especialistas en finanzas y en economía, no se vieron afectados y por el contrario las plazas aumentaron 12.3 por ciento en dicho lapso.
En tanto, los puestos de trabajo de cajeros, cobradores y pagadores se incrementaron en 9.9 por ciento del segundo trimestre de 2021 al cuarto trimestre de 2023, a pesar de la aplicación de cajas de autocobro y otros sistemas para agilizar los pagos. En tanto, los trabajadores de limpieza, recamaristas, mozos de limpieza y limpiadores de calzado, quienes también se encuentran entre los trabajos con alto riesgo por la automatización, también crecieron en 8.9 por ciento en dicho periodo.
El sur con mayor afectación
El Banxico señala en su informe “La automatización en México desde una perspectiva regional” que la población en la mayoría de las entidades del norte y las regiones centrales tienden a emplearse en actividades con menor riesgo de automatización debido a que la actividad económica en estas zonas requiere mayor nivel de especialización y la ejecución de tareas más complejas.
Esto, en comparación con entidades del sur de México, donde se concentran aquellas ocupaciones con mayor probabilidad de desplazar a los trabajadores por la implementación de la inteligencia.
“Los resultados de la automatización sugieren una transición favorable de la fuerza laboral hacia ocupaciones con un menor riesgo de automatización, especialmente en aquellas entidades del norte y las regiones centrales que han mostrado un mejor desempeño económico y una mayor integración a las Cadenas Globales de Valor (CGV)”, agrega.
En contraste, los empleos del hogar, de salud y educativo, se encuentran entre los de menor riesgo de ser automatizados, debido a que los empleadores no cuentan con el capital suficiente para transformar tecnológicamente sus procesos o porque requieren de mayor especialización y conocimientos para llevar a cabo las tareas, señala la Cepal.
En este sentido, José Manuel Márquez Estrada, secretario académico del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM considera que aunque la inteligencia desplazará a un gran número de personas, existen tareas que sólo se realizarán por humanos.